…por todos los feminismos, todos los colectivos, todas las formas de tomar decisiones en Mexico, sobre nosotras, sobre nuestro cuerpo.
…activista por la inclusión y la diversidad sexual. …porque queremos una igualdad sustantiva, porque queremos equidad, …todas, todos y todes.
La vieja estrategia de socializar un país y controlar sus estructuras de poder mediante la conformación de un “Frente Amplio”, estaría aplicándose en México rumbo a las elecciones del año próximo en dicha nación, a través de “Sí por México”, un membrete de reciente creación al que artificiosamente se le incorporan agrupaciones Pro Vida y Pro Familia, para asfixiar sus demandas y nublar sus agendas públicas, con el señuelo de obtener votos y tratar de derrotar al actual partido – Gobierno.
Es decir, en aras de construir con meros fines electoreros un “Frente Amplio” tripulado destacadamente por socialistas y masones igualmente socialdemócratas, a las agrupaciones Pro Vida y Pro Familia se les hace abatir banderas, silenciar sus legítimas demandas y la defensa de los valores naturales y cristianos, a fin de construir una falsa “unidad” con los impulsores del aborto, de la ideología de género y, en general, del globalismo promotor del antinatalismo amparado en la lucha contra “el cambio climático”.
De antemano se sabe que las posturas entre ambos son irreconciliables, pues el sentido de la vida que proclaman unos y otros es radicalmente opuesto, pero a los pro Vida y Pro Familia se les embaucó a copular electoralmente con quienes a diario los atacan y denigran: feministas, aborteros, impulsores de la eutanasia y la agenda LGBT, por ejemplo.
Una investigación realizada por el equipo de análisis de la AGENCIA CATÓLICA DE NOTICIAS (y de la cual se publica hoy una parte de lo obtenido) luego de una denuncia pública, permitió comprobar la manipulación que se realiza de las agrupaciones Pro Vida y Pro Familia de México, con meros fines electorales. Es decir, se utiliza su nombre para engrosar el volumen, la carta de presentación del membrete de membretes “Sí Por México,” al tiempo que se les anestesia a través del sincretismo político-religioso: se les obliga a mantener un concubinato electorero con sus principales enemigos, los abortistas, las feministas, el lobby LGBT.
Lo evidente desde el comienzo es la perversidad de la campaña promocional de posicionamiento de “Sí Por México”, ya que lanza al público imágenes de las feministas, por ejemplo, alentando el SÍ por sus propuestas.
Ser parte del SÍ es construir un México mejor. Escúchanos. ¡Di #SíporMéxico!https://t.co/ZNrHmWS5Pm pic.twitter.com/F1m9f2UyG5
— SíPorMéxico (@SiPorMx) October 23, 2020
Es decir, doblega voluntades y principios en los mexicanos para que en aras de su proyecto electorero, digan SÍ…a todo. Y así aparecen caras, imágenes de los promotores del aborto, de la eutanasia, de la Ideología de Género.
Alienta el “SÍ” a la agenda de los promotores de la eutanasia y el proyecto LGBT.
De forma clara, pues, hace que el público acepte, diga SÍ, a lo que promueven los promotores de la Cultura de la Muerte.
Abate defensas de los pro Vida y pro Familia.
La estrategia, impulsada por el “Frente Nacional por la Familia” es gravísima, ya que, ante la sociedad mexicana en general, borra las diferencias, abate las banderas, equipara y legitima, lo mismo a los defensores de la vida y la familia… que a los promotores de la Cultura de la Muerte.
Es decir, mediante esta maniobra electoralmente convenenciera que impulsa el membrete Frente Nacional por la Familia, bien y mal morales quedan homologados. Se lleva al ciudadano ingenuo a aceptar los dictados del membrete de membretes “Sí Por México”, y a dar su voto aprobatorio a candidatos socialdemócratas de cuño masónico, en las elecciones del año próximo en dicho país, con el señuelo de derrotar al fallido Partido – Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Se privilegia, se prima la presunta búsqueda de un mejor bienestar material, y se sepultan las demandas en favor de la Vida y la Familia. Para los ocultos operadores del Frente Nacional por la Familia, lo más importante son los votos, ganar un puesto de elección popular, y lo menos importante es defender el derecho a vivir e impulsar el auténtico bien común mediante el respeto al Orden Natural y el reconocimiento de la Trascendencia.
En efecto, para convencer a los dirigentes de grupos Pro Vida y Pro Familia de sumarse al membrete masónico-socialista “Sí Por México”, algunos operadores argumentan que tal Frente no es ni Pro Vida, ni Pro Familia ni católico. Surge entonces la interrogante: ¿entonces qué es? ¿hacia dónde se está empujando a mujeres y hombres de buena fe, forzándolos a aliarse con sus agresivos enemigos naturales?
La inquietante respuesta a tales interrogantes queda resuelta cuando se conoce a los personajes y organismos que realmente tripulan “Sí Por México”.
Lo primero que salta a la vista es que detrás de “Sí Por México” está la alianza electoral de los Partidos políticos leales al viejo Sistema político mexicano, que por décadas han legitimado a éste mediante el rejuego artificialmente “democrático”. Así que ahora resulta que los tradicionales “enemigos”…formarán alianzas electorales a lo largo y ancho de la República mexicana, con el fin obtener el mayor número de votos de los millones de mexicanos justificadamente inconformes con el gobierno de López obrador. De la misma manera, “Sí Por México” recibe fuerte impulso de organismos empresariales, con influencia de elementos socialdemócratas y masónicos socialdemócratas. No extraña este fenómeno, pues está el caso de la pro socialista, pro chavista, pro bolivariana Yeidckol Polevnsky, ex presidenta nacional del Partido – Gobierno MORENA, anteriormente se desempeñó como también presidente de la CANACINTRA (Cámara Nacional de la Industria de la Transformación).
Personeros de dichos Partidos (PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano, etc), permanecen en “el cuarto de junto”, en “el cuarto de al lado”, en “el Gobierno en la Sombra” del membrete de membretes “Sí Por México”, para inducir el voto de los mexicanos inconformes en favor de los candidatos por ellos ya negociados, pactados en lo oscurito. Por ello que al unísono con el lanzamiento formal del membrete de membretes #Sí Por México”, los dirigentes de los partidos ya citados, anuncian que lanzarán candidatos comunes en distintos estados del país.
Por ello es que entre los adherentes a “Sí Por México”, aparecen figuras de marcado tinte partidista. En mayor proporción, ligados a agrupaciones políticas de corte socialdemócrata, de forma preponderante. Una amplia y profunda investigación permite evidenciar lo anterior. Sólo como botón de muestra, unos cuantos casos:
José Narro, ex rector de la UNAM y ex aspirante a la dirigencia nacional del PRI, galardonado por su trayectoria masónica.
Jesús Ortega, expresidente nacional del PRD y diputado federal y senador bajo esos colores, Rubén Aguilar, ex jesuita, fue vocero presidente de Vicente Fox y en los años ochenta participó en la guerrilla de El Salvador en las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) Farabundo Martí, una de las cinco organizaciones del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Jesús Zambrano, miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre y expresidente nacional del PRD. Miguel Ángel Mancera, exjefe de gobierno de la CDMX con el PRD.
Gabriel Quadri, exaspirante presidencial de Nueva Alianza, fundado por Elba Esther Gordillo
Purificación Carpinteyro, exdiputado federal con el PRD y aspirante a jefa de gobierno con Nueva Alianza
Guadalupe Acosta, expresidente nacional del PRD
Beatriz Pagés, ex militante priista.
Fernando Belaunzarán, exdiputado perredista.
Vicente Morales coordinador general de la Asamblea Soberana Xochimilco y abanderado del Partido Social Demócrata.
Uno de los casos más reveladores de la vieja estrategia del “Frente Amplio” la ofrece Nicaragua, por no citar el más reciente, el de Colombia, donde luego de décadas de desgaste por la acción subversiva, desestabilizadora de la narco – guerrilla comunista FARC, hace ya un par de año se suscribió un acuerdo de “paz” que al paso de los días, los meses, los años, ha representado un alto costo para la estabilidad político-económica de esa nación, así como para su asentamiento ético-moral.
En el caso de Nicaragua, hay que recordar que al amparo de la consigna pública de “En vez de Somoza…cualquier cosa”, se alentó en aquél país centroamericano el montaje del Frente Amplio, que al paso del tiempo ha derivado en la entronización de la actual dictadura socialista encabezada por Daniel Ortega.
En Nicaragua, como hoy en México, los justos reclamos populares ante los fracasos gubernamentales y el sostenimiento de un esquema autoritario, hicieron creer a muchos que si “todos se unían”, no sólo se modificarían las condiciones de vida, sino que mejorarían.
La amarga experiencia de los nicaragüenses, ofrece una lección:
El abandono de la identidad doctrinal en aras de “la unidad” y la búsqueda del mero reemplazo de un gobierno por otro, del gobierno de un solo partido por una coalición de partidos, no únicamente fomenta el sincretismo y abate las defensas ante la ofensiva global de las fuerzas promotoras de un Nuevo Orden Mundial asentado en la llamada Ingeniería Social anticristiana, sino que homogeneiza a la sociedades, las pulveriza, las masifica y las hace fácil presa de la embestida secularizadora de las élites de Poder, que se aprovechan de pueblos donde a la gente se le ha reducido a primar lo económico, el bienestar material, y a no defender, a no sostener principios y valores trascendentes. “Su Dios es el vientre”, como diría el evangelio.
Las alianzas político-electorales soportadas en ideologías tecnocráticas (nulas de doctrina, de principios, de un proyecto de vida trascendente), donde lo importante es el resultado, el logro, la comodidad, el beneficio, la salud, la utilidad, y no el desarrollo y bienestar integrales de la persona…van desarmando a los individuos, a los cuerpos intermedios y a las sociedades, al sacrificar los principios en aras de “la unidad” político-electoral; en aras de esa falsa fraternidad que equipara el mal con el Bien y que finalmente abre las puertas a la eutanasia, a la anticoncepción, al antinatalismo, al aborto, al “reconocimiento” de “derechos” a las conductas intrínsecamente desordenadas por anti naturales, con tal de “estar bien”, de “llevar la fiesta en paz”, de evitar disputas con los “aliados” y únicamente buscar la plena satisfacción de bienes terrenales y la concordia con el planeta y la naturaleza material.
Por: Fernando Limón Romero y Equipo de Investigación de ACN