Señor, ¿a quién iremos? Tu tienes palabras de vida eterna

Canónigo Juan de Dios Olvera Delgadillo
Canónigo Juan de Dios Olvera Delgadillo

+ Del santo Evangelio segúsan Juan6, 55. 60 – 69

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?.

Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen. (En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadióPor eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.

Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces  Jesús les dijo a los doce: “¿También ustedes quieren dejarme?. Simón Pedro le respondióSeñor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Palabra del Señor.R. Gloria a ti, Señor Jesús.

COMENTARIO:

1. En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?’ ”Se nos da aquí una síntesis de la controversia. El motivo de ésta es que Jesús les dice que su carne es verdadera comida, y la reacción de los judíos es todo menos una reacción de fe. Quitando la fe de sus corazones la respuesta incrédula es patente: “¿quién puede admitir eso?.

2. Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: ‘¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen’… Después añadióPor eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede’ ”Grandes enseñanzas nos da aquí Jesús, les dice a sus discípulos: ‘¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes?, con esto Cristo les hace ver que sin fe todo les parecerá imposible, y que sólo la fe les capacita para entender los grandes misterios del plan de Dios. Aquí hay que recordar que la fe que Dios nos pide no es ir contra la razón, o validar una fe sin razones o motivos (ello sería un fideismo que es una doctrina combatida por la Iglesia, cf. Concilio Vaticano I), sino al contrario identificar las razones o los motivos suficientes que Dios nos muestra para creer que lo que Él nos dice es verdad, aunque no lo veamos, sería como cuando un niño le cree a su padre que algo es peligroso para él, lo acepta no tanto porque lo comprenda sino porque es racional creerle a un ser que lo ama tanto y que nunca lo ha engañado y siempre busca su bien.

3. Pues bien, Cristo reitera que sin la fe que el Padre nos ofrece, nadie puede llegar a creer en el Hijo, y sin la fe no podemos nunca comprender la amplitud del poder de Dios que puede realizar grandes cosas, aun las que nos parecen increíbles. 

4. Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces  Jesús les dijo a los doce: ‘¿También ustedes quieren dejarme?’ ”sin la fe no podrá nadie ver las grandezas de Dios. Cristo nos prepara para tener fe dándonos signos. Así preparó a estos judíos a través de la multiplicación de los panes que fue una señal milagrosa, ahora les pide creer que Él es el pan de vida, pero muchos de ellos se dejan llevar por la materialidad de su pensamiento meramente humano. Con todo, Cristo ha mostrado ser Dios a través de muchos milagros, pero aun así hay quien no quiere creer que puede hacer más milagros, y deciden aferrarse a lo meramente humano. Cristo les ha dicho la verdad. El hombre decide si ya no sigue abriendo su corazón y se queda lo material de su pensamiento, y entonces abandona a Cristo. Sin embargo Cristo no “rebaja” o “acomoda” la verdad con tal de que le sigan; el que lo quiera seguir está llamado a confiar totalmente en Cristo y aceptar su enseñanza. Por ello, aunque fuera triste para Jesús, Él se mantiene en la verdad, aunque sus discípulos lo abandonen, lo cual prueba que Cristo nos dice la absoluta verdad.

5. Simón Pedro le respondióSeñor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios’ ”Pedro, uno de los discípulos y apóstoles del Señor da una respuesta perfecta; él entendía poco de lo que Cristo prometía, pero amaba a Cristo y le creía. Sin entender bien, pero creyendo que Cristo le decía la verdad y que era el enviado del Padre, le dice a Jesús “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eternaEs decir, no entiendo pero te creo Señor. Además, en quien otro puedo creer si no es en Ti, “¿a quién iremos?, no hay nadie más que Tú. Tus palabras son de vida eterna. Si así hiciéramos siempre en nuestra vida, siembre aceptaríamos todo lo que nos va sucediendo, diciendo no entiendo Señor, pero si tú vienes conmigo nada de mi vida terminará en fracaso, y todo, será sólo éxito y felicidad, aunque de momento no parezca así, recordando el dicho popular: Dios escribe derecho en renglones chuecos.

6. Que la Virgen Santísima nos ayude siempre a confiar en su Hijo Jesucristo, ella que alguna vez dijo: Hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5) y los que le hicieron caso a la Virgen pudieron contemplar el primer milagro de Cristo (la conversión del agua en vino), el cual fue obrado por intercesión de la Virgen Santísima en las bodas de Caná (cf. Jn 2, 6 -11).

Madre nuestra intercede siempre por nosotros. ¡¡¡ Santa María de Guadalupe, salva nuestra Patria y conserva nuestra fe!!!

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