Un grupo de senadores brasileños formó el Frente Parlamentario Católico Apostólico.
La propuesta de crear un nuevo movimiento en el Senado fue hecha por el senador Marcos Pontes, el primer astronauta brasileño que viajó a la estación espacial internacional en 2006. Un brasileño, conocido como devoto de Nuestra Señora, se llevó al espacio una estatua de la patrona de Brasil, Nuestra Señora de Aparecida.
A la inauguración del nuevo órgano en el Senado asistió el Arzobispo de la Arquidiócesis de Brasilia, Cardenal Paulo Cezar Costa, junto con representantes de la Iglesia local.tecnologia.ig.com.br
Al dirigirse al Senado durante la inauguración del Frente Parlamentario Católico, su presidente, el senador Marcos Pontes, subrayó que el nuevo movimiento «refleja la verdadera importancia de los valores cristianos en la configuración de las políticas públicas de nuestro país » .
Además de defender «la libertad religiosa en lugar de atacarla, promoviendo el diálogo interreligioso y defendiendo la libertad religiosa, principios básicos de la armonía social», el frente «defiende la cooperación en materia de asistencia social, tradicionalmente llevada a cabo por las instituciones católicas en Brasil, convirtiéndose en un importante aliado en la creación de políticas públicas orientadas al bienestar y al desarrollo humano integral.
Sin embargo, el cardenal Paulo Cezar Costa, dirigiéndose a los presentes, afirmó que el «frente parlamentario católico en el Senado» significa mirar a Cristo. Poseer el Espíritu de Cristo debe ser un derecho para nosotros (…). Por eso, en este frente parlamentario, lo que une debe ser mayor que lo que divide», afirmó el arzobispo, refiriéndose a uno de los principios establecidos del frente parlamentario.
Una propuesta para establecer un frente parlamentario católico en el Senado brasileño fue presentada por el senador Marcos Pontes, el primer astronauta brasileño, que en 2006 viajó a la estación espacial internacional a bordo de la nave espacial rusa Soyuz. En aquella época, cada cosmonauta tenía derecho a un equipaje que no pesara más de un kilogramo, y el brasileño, conocido como devoto de Nuestra Señora, llevó consigo al espacio una estatua de la Patrona de Brasil, Nuestra Señora de Aparecida, que donó tres años después como exvoto al Santuario Nacional de Aparecida.
La figura y la carta del astronauta se encuentran en la sala votiva. Al entregar la figura que lo acompañó en su viaje espacial, Marcos Pontes dijo: «Para mí, ir al espacio, ver el planeta desde arriba e imaginar quiénes somos, fortaleció significativamente mi relación con Dios».
BRASILIA, BRASIL.
KAI.