Un gran convoy de militares estadounidenses se dirigió este jueves a Siria junto con cientos de tropas unas 24 horas después de que el presidente Joe Biden asumiera su cargo y su papel de comandante en jefe, informaron medios extranjeros.
Citando a la agencia de noticias estatal siria SANA, i24 News informó que un convoy de unos 40 camiones y vehículos blindados «entró en el noreste de Siria» el jueves apoyado por helicópteros.
Y aunque «otros medios de comunicación locales» señalaron que tales convoyes de reabastecimiento no son infrecuentes, el informe de SANA añadió que otros 200 soldados estadounidenses también fueron transportados en helicóptero a la provincia de Hasakeh.
El informe afirmaba que las tropas adicionales se desplegarán para proteger los campos petrolíferos cercanos en un terreno que refuerza el territorio controlado por los kurdos en el este de Siria, que también se dice que es rico en recursos energéticos.
El gobierno sirio pidió la retirada inmediata de las fuerzas estadounidenses en su país.
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La MSN informó:
«La nueva administración estadounidense debe poner fin a los actos de agresión y ocupación, al saqueo de las riquezas de mi país, retirar sus fuerzas de ocupación del mismo y dejar de apoyar a las milicias separatistas, a las entidades ilegales y a los intentos de amenazar la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria», dijo Jaafari.
Los disturbios en Siria comenzaron en el marco de las protestas masivas que estallaron en todo el mundo árabe hace una década y que derivaron en un conflicto entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes. Biden, entonces vicepresidente del presidente Barack Obama, apoyó entonces los llamamientos para que el presidente sirio Bashar al-Assad dimitiera, mientras Estados Unidos y sus socios regionales ofrecían su apoyo a la oposición, acusando al líder sirio de abusos contra los derechos humanos.
Con información de thegatewaypundit