El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, reelecto para el cargo de presidente de la Conferencia Episcopal Argentina en la Asamblea Plenaria de noviembre, compartió con sus hermanos obispos una serie de reflexiones sobre los desafíos de la Iglesia en la Argentina para los próximos años. Cree que hay que evitar tanto el extremismo secularizador como el integrismo religioso.
El prelado enumeró seis desafíos, distribuidos en tres videos, editados por la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, que serán difundidos en los próximos días, con especial énfasis en: El desafío misionero planteado por el papa Francisco en Evangelii Gaudium; el Sínodo convocado por el Papa; acompañar el Magisterio Social de la Iglesia; la defensa de la Vida; los abusos en la Iglesia; y la ideología de género.
En esta primera entrega, monseñor Ojea se expresó sobre los dos primeros desafíos que tendrá la Iglesia argentina en los próximos años.
«El primer desafío es misionero y está planteado por el Papa en Evangelii Gaudium que es una carta programática ‘sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo’. La Iglesia sirve para este único fin, para evangelizar», expresó en primer lugar.
«El contexto inmediato de la pandemia ha dejado profundas huellas de enojo, tristeza, desilusión y miedo. Todas estas esquirlas que deja la pandemia, no pueden ser evaluadas convenientemente por la cercanía en el tiempo. Esta salida misionera de nuestra Iglesia se enfrenta a esta realidad y a este contexto», señaló.
Para el presidente del Episcopado Argentino, la primera actividad misionera es escuchar: «Toda misión comienza con una escucha de aquellos y aquellas con quienes me voy a vincular. Junto con todo el Pueblo de Dios que evangeliza debemos llevar adelante esta profunda conversión pastoral y misionera con la que estamos en deuda».
A partir de esto, el obispo presentó el segundo desafío: El Sínodo, en esta etapa en su fase diocesana.
Monseñor Ojea comenzó diciendo: «El pueblo evangeliza al pueblo, somos todos hijos, todos hermanos, todos ungidos y todos enviados. ‘No hay que hacer otra Iglesia sino hacerla distinta’ dice el Papa citando a Congar», recordó.
Sobre el Sínodo, el obispo expresó:
«La Iglesia sale a escuchar en un mundo de oídos sordos en el que cada grupo escucha su propio discurso. Ante la propuesta del Sínodo existen diversas reacciones y temores. Desde este lugar de presidente de la CEA que vengo ocupando en estos años he visto con claridad a sectores de una mentalidad secularizada, muy enquistados en algunos medios de comunicación, que no vacilan en usar la desinformación, la calumnia y la difamación para agredir a la Iglesia buscando expulsarla del espacio público».
El obispo también advirtió que «existe un integrismo religioso que no respeta la libertad de los otros y alimenta formas de intolerancia y de violencia añorando una Iglesia que imponga poder. Estos grupos que acabo de mencionar que han constituido un gran obstáculo para que en nuestra propia Argentina el Papa pueda leerse de un modo directo y así poder recibir nosotros su fecundo magisterio. Nuestra gente ha escuchado mucho más opiniones y calificaciones vertidas sobre su persona que lo que el expresa directamente a través de sus palabras y escritos», lamentó.
Citando el Nº6 del documento preparatorio del Sínodo, el obispo Ojea finalizó este mensaje expresando:
«Debemos desenmascarar continuamente a estos dos extremos sin dejarnos vencer por un secularismo que mundaniza a la Iglesia ni por un integrismo que le impide inculturarse y leer apropiadamente los signos de los tiempos».
Aica/InfoCatólica.