Dos días después de que el Papa saludara a Viktor Orbán en Hungría, el pleno del Europarlamento ha aprobado en el martes 14 de septiembre un documento -no vinculante- pidiendo castigar a Hungría y Polonia por no aceptar normativas de ideología LGTB en sus países, y exigiendo que todos los países de la UE, aunque no tengan legalizado el matrimonio homosexual, acepten los «matrimonios» del mismo sexo formalizados en otros países, la paternidad de grupos del mismo sexo que obtengan niños en otros países y, en general, que cedan ante las redefiniciones de familia y maternidad que lleguen de otros países.
El texto aprobado se puede leer aquí en español.
El texto asume al cien por cien toda una batería de postulados de ideología de género, LGTB y transexualidad contrarios a la familia natural y el derecho de los niños a tener padre y madre.
El texto habla una y otra vez –hasta 12 veces- de las «familias arcoíris». Pide reconocer como padres a quien diga la «partida de nacimiento» del país (lo que también abre la puerta al negocio de adquirir niños extranjeros por vientre de alquiler, como hacen muchos homosexuales varones ricos).
La votación resultó en 387 votos a favor, 161 en contra y 123 abstenciones. Desde España, los eurodiputados del PP se abstuvieron ante este texto gravemente anti-familia. Los 4 eurodiputados de Vox fueron los únicos españoles que votaron en contra. El resto de diputados (de Ciudadanos, nacionalistas, etc…) votaron alineados con el lobby LGBT. Vox en el Parlamento Europeo está englobado en el Grupo de Conservadores y Reformistas.
«El Ojo de Sauron de Bruselas»
En su alocución, el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé hizo alusión a J.R.R.Tolkien, el autor de El señor de los Anillos, y su mundo literario, la Tierra Media: «El Maestro Tolkien no reescribiría ni una sola coma de su trilogía: la Tierra Media está en peligro, el Ojo de Sauron de Bruselas está muy vivo, pero en la Tierra Media sólo aspiramos a vivir en libertad, que respeten nuestras tradiciones y costumbres ancestrales, nuestras instituciones y nuestras libertades«.
La nota de prensa que ha emitido el Europarlamento dice que «la Eurocámara exige reconocer los derechos de las parejas del mismo sexo en toda la UE».
En el texto -recordemos, no vinculante- se lee: «La Unión Europea debe eliminar todos los obstáculos a los que se enfrentan las personas LGTBTIQ para ejercer sus derechos fundamentales, incluido el derecho a la libertad de movimiento, mientras que los gobiernos europeos deben reconocer los matrimonios o uniones civiles formadas por personas del mismo sexo en un Estado miembro».
Y también desprecia las Constituciones de los distintos países proclamando: «el Derecho de la Unión prevalece sobre cualquier tipo de legislación nacional, incluso sobre disposiciones constitucionales en contrario, y que, por lo tanto, los Estados miembros no pueden invocar ninguna prohibición constitucional del matrimonio entre personas del mismo sexo ni la protección constitucional de la «moral» o el «orden público» para obstaculizar el derecho fundamental a la libre circulación de las personas dentro de la Unión vulnerando los derechos de las familias de arcoíris que se instalan en su territorio».
Los eurodiputados, dice la nota, instan a Bruselas a mantener la presión y utilizar todos los instrumentos a su alcance contra Hungría y Polonia, no solo mediante expedientes de infracción sino también con medidas provisionales o el bloqueo de fondos. También mencionan a Rumanía.
Polonia se debe a su Constitución, no a Bruselas
Marek Suski, diputado de Ley y Justicia, el partido que gobierna Polonia, respondió a la votación recordando que redefinir el matrimonio en su país «es imposible porque la Constitución no lo permite y mientras estemos en el poder no lo consentiremos», declaró en radio ZET. Insistió en que según el artículo 18 de la Constitución polaca «el matrimonio es una alianza entre una mujer y un hombre«.
Los europarlamentarios italianos de la Liga y Fratelli d’Italia votaron contra el documento, los de Forza Italia se dividieron y votaron cada uno según su criterio y la izquierda italiana votó en bloque (Pd, M5s, Italia Viva) según el lobby LGTB.
Giuliano Guzzo, analista de Provita e Famiglia, señala que «la resolución no se ha de entender como un documento de apoyo a las personas con tendencias homosexuales, sino como la enésima presión contra los estados cuya agenda de derechos no sigue el dictado de Bruselas, sobre todo Hungría y Polonia».
Así, la Comisión Europea -que es un organismo distinto pero extrañamente concertado en este caso- ya ha amenazado con cortar fondos europeos a ciertas regiones polacas -Lublin, Lodz, Precarpatia…- por haber dicho que el activismo LGTB es una ideología, señala Guzzo.
ReL