Estamos viviendo tiempos confusos, llenos de cambios políticos, sociales y económicos que parecieran estar dándonos aviso de la preparación para la llegada del anticristo. Si bien son muchas las profecías e hipótesis al respecto, no podemos afirmar a ciencia cierta en qué momento histórico nos encontramos. Lo que sí podemos afirmar es que estamos en una gran batalla interior y que debemos estar atentos a las señales para prepararnos espiritual y mentalmente para ese momento.
Tristemente muchos católicos están hoy a la deriva, sin plena consciencia de la existencia del demonio o incluso de las revelaciones de la Virgen María en sus múltiples apariciones. Incluso hoy, hay un gran número de creyentes que duda de la existencia real de Jesús en la Eucaristía.
Para contrarrestar estas faltas de fe, es importante que conozcas primero a Dios desde la protección de su Santo Espíritu. Es por eso que hoy quiero regalarte las 2 primeras lecciones del Diplomado Católico en Sanación Interior, en el que tendrás la mejor base para prepararte para esta batalla espiritual. Sin embargo, si eres de aquellos que no está seguro de la existencia de Cristo en la eucaristía o del accionar del maligno, te recomiendo que busques “¿qué pasa en la misa?” e incluso, testimonios de sacerdotes exorcistas, para que seas consciente de que existen fuerzas espirituales, más allá de este plano terrenal y material.
¿Cómo preparar mi alma?
Si en tu caso ya eres consciente de la existencia plena de Dios, te recomiendo que conozcas en el Diplomado en Sanación Interior, el poder de la Virgen María, de San José y de la corte celestial para contener el accionar del demonio y las potestades de malignas. No es mi intención que salgas convertido en un exorcista, sino que conozcas cómo protegerte con el poder de la familia celestial que Dios ha preparado para ti.
A continuación te dejo unos consejos prácticos para que puedas liberarte de las tentaciones del plano material que te impiden ver el plano espiritual, pidiendo la gracia de:
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- Invocar al Espíritu Santo en todo momento.
- Honrar el nombre de Dios con mis pensamientos y acciones.
- Buscar primero el reino de Dios y su justicia. Todo lo demás vendrá por añadidura.
- Conocer y hacer su voluntad
- Escuchar su voz en todo momento.
- Perdonar para alcanzar el perdón.
- Recibir la protección de la tentación y del mal.
Si te das cuenta, esta lista es un breve resumen de la oración que nos dio Jesús para comunicarnos con nuestro amado Padre del cielo. Mi intención es que entiendas el Padre Nuestro, no como una oración para recitar de memoria, sino como una comunicación perfecta con Dios.
Por último, recuerda que todo lo que Dios te da es una gracia o un regalo. No caigas en la tentación de creer que son tus fuerzas las que pueden defenderte del enemigo. Si fuese así no pecarías y probablemente ese no sea el caso. Por el contrario, pide la gracia de negarte a ti mismo, ya que solo de esta forma permites la entrada de la luz y del amor de Dios en tu alma para que puedas ser luz para otros. Es a través del amor que logramos transmitir la luz de Cristo, pero recuerda que no son tus fuerzas las que pueden lograr esto.
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