La escasez de sacerdotes y la jubilación de al menos cuatro de ellos ha obligado a la Iglesia Católica en San Luis Potosí a optimizar el personal que tiene y reacomodar las plantillas en su estructura de gobierno y parroquias, señaló Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis potosina.“El señor arzobispo, viendo las necesidades de la Diócesis, nunca estamos sobrados de sacerdotes, está tratando de cubrir los flancos que están descubiertos y por eso ya no va a tener dos vicarios”, expuso en entrevista Priego Rivera detalló que, en estas circunstancias, uno de los enroques se dio en el Vicariato, donde llega el padre Gilberto Amaya Martínez, quien era el párroco en la iglesia del barrio de Tlaxcala y, siendo médico hace más de 30 años, fue rector del Seminario.
Así, el padre Gerardo Vaglienty Rivera y el padre Luis Santiago Flores Lucio, los dos vicarios generales, salen; este último se va como rector del Seminario, mientras que el primero se va a cubrir una parroquia.
“Los motivos fueron que van a proveer ahorita de rector al Seminario, por eso tomaron un vicario general, el padre Luis Santiago Flores Lucio”, indicó el sacerdote católico.
Priego Rivera adelantó que los cambios continuarán, sobre todo en las parroquias, con el fin de “cubrir un flanco donde el párroco ya se retira, hay algunos que cumplen 75 años de edad y el Derecho Canónico pide que se les releve en los cargos de responsabilidad y entonces el obispo tiene que proveer un nuevo párroco”, enfatizó.
El portavoz de la Iglesia Católica potosina explicó que al darse en estos días al menos dos jubilaciones, automáticamente se mueve toda la estructura y tiene que disminuir el número de sacerdotes y diáconos en las parroquias para ser reasignados y cubrir los huecos.
Con información de: Exprés/Pepe Alemán
