* Leamos lo que escribe san Alfonso de Ligorio sobre la devoción que debe animar a todo sacerdote en la celebración de la Misa.
[…] al celebrar la Misa es necesaria la reverencia y la devoción. Se sabe que el uso del puño se introdujo por la conveniencia de secar las lágrimas, ya que en la antigüedad los sacerdotes, cuando celebraban, no hacían más que llorar por devoción. Ya se ha dicho que el sacerdote en el altar representa la misma persona que Jesucristo […].
Pero […], hablando de la forma en que la mayoría de los sacerdotes dicen misa, deberíamos llorar, ¡pero llorar lágrimas de sangre! Es una compasión, por así decirlo, ver el abuso que muchos sacerdotes y religiosos e incluso algunas de las órdenes religiosas reformadas hacen de Jesucristo.
Observad la atención con que ordinariamente celebran la Misa los sacerdotes. Sería bueno para ellos decir lo que Clemente de Alejandría reprochaba a los sacerdotes gentiles, es decir, que hacían del cielo un escenario y de Dios el tema de la comedia: ¡Oh, compadécete de nosotros! scenem coelum fecestis, et Deus factus est actus. Pero no, ¿qué digo, comedia? ¡Oh, qué cuidadosos serían estos tipos si tuvieran que desempeñar un papel en una comedia!
¿Y qué atención te prestan para la Misa? Palabras mutiladas, genuflexiones que parecen más actos de desprecio que de reverencia, bendiciones que no sabemos qué son, se mueven alrededor del altar y giran de tal manera que casi hacen reír, complican las palabras con ceremonias. , anticipándolos con antelación al tiempo prescrito por las rúbricas; […].
Todo sucede con las prisas por terminar temprano la misa. ¿Cómo dicen algunos la misa? como si la iglesia estuviera a punto de derrumbarse o los corsarios estuvieran a punto de llegar y no hubiera tiempo de escapar.
Debe haber estado dos horas charlando en vano o lidiando con asuntos mundanos, ¿y entonces dónde pone toda la prisa? decir misa. Y luego en la forma en que estas personas lo inician, proceden a consagrar y tomar a Jesucristo en sus manos y a comunicarse con tanta irreverencia como si en realidad fuera un pedazo de pan.
CIUDAD DEL VATICANO.
LUNES 15 DE ENERO DE 2024.
MIL/ITRESENTIERI.