Para hacer frente a la crisis económica que sufre la Iglesia Católica por la contingencia sanitaria del Covid-19, sacerdotes de algunas parroquias de Monclova están celebrando bodas, bautizos y quinceañeras, aún y cuando el obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, todavía no autoriza la reapertura de los templos.
Eduardo Neri, sacerdote de la parroquia Santiago Apóstol, dijo que la decisión de celebrar esa clase de sacramentos la tomaron algunos padres bajo un criterio personal, porque no existe oficialmente una autorización del Obispo para llevarlos a cabo.
Reconoció que la decisión la tomaron por la crisis económica, pues cabe señalar que las parroquias llevan más de cuatro meses cerradas y dejaron de percibir los ingresos que tenían por concepto de la celebración de misas para bodas, bautizos y quinceañeras.
Sin precisar nombres, comentó que esos eventos se están celebrando en algunas parroquias cumpliendo con todos los protocolos de seguridad; para bodas se restringe la presencia de personas a entre seis y 10, y en el caso de los bautizos, sólo los papás y padrinos.
Consideró que cuando la Diócesis de Saltillo autorice la reapertura de los templos, las actividades van a empezar por ahí, es decir, con la celebración de misas para bodas, bautizos y quinceañeras con la presencia de pocas personas.
Venden comida para pagar salarios
El padre Eduardo Neri dijo que antes de la pandemia las ofrendas que recibían por la celebración de este tipo de misas representaban para las parroquias el ingreso de recursos para pagar la nómina de trabajadores y los servicios básicos, pero debido a que se suspendieron los dejaron de percibir.
En el caso particular de la parroquia Santiago Apóstol, dijo que pagan un promedio de 50 mil pesos mensuales de salario a los trabajadores y 20 mil pesos bimestrales del seguro social.
Añadió que para pagar eso y los servicios básicos están vendiendo comida entre los feligreses.
Dijo que entiende que algunos sacerdotes celebren misas para obtener ingresos económicos para sus parroquias, pero consideró que nunca se va a comparar el dinero para pagar ciertas cosas al bienestar de la gente, “por eso no nos podemos arriesgar”.
Con información de Zócalo/Juan Ramón Garza