El día de Todos los Santos, la cadena estatal alemana ARD retransmitió un servicio religioso desde la iglesia de San Juan de Nürtingen, en la diócesis de Rottenburg-Stuttgart. El acto llevaba por título «Santos. Aquí y ahora».
Oficialmente se habla de que es una iglesia, pero no hay dentro de ella ningún símbolo religioso, como se puede apreciar con toda claridad.
Un orador tras otro dieron una charla, intercalada con actuaciones musicales.
La rubia Katharina Leser, maquillada profesionalmente y vestida de alba, fue el yo principal en el escenario. La acompañaban un hombre vestido de alba y algunas monaguillas.
Presentó eslóganes como «Ante Dios, todos somos iguales y santos» [¿incluidos los pedófilos?]
A continuación, la pseudo sacerdotisa leyó un cuento de hadas mientras levantaba las manos: «Recemos: Dios, ante ti todos somos iguales. Todos nosotros, no importa de dónde vengamos o lo que seamos. Somos sagrados para ti. Haznos sentir que somos importantes y grandes, que podemos ser un ejemplo y un signo de tu santidad en el aquí y ahora. […]»
Entre los sermones, se leía un texto del Apocalipsis, se hacían algunas intercesiones, se rezaba el Padrenuestro y se pedía la bendición de Dios.
Al menos no había indicios de que esta comunidad religiosa tuviera algo que ver con la Eucaristía. El Vaticano se ha mantenido en silencio. Ninguna autoridad eclesiástica ha sancionado la acción.
BERLÍN, ALEMANIA.
SÁBADO 2 DE NOVIEMBRE DE 2024.
ESNEWS.