Un popular sacerdote de la archidiócesis de Madrid ha sido acusado por varias mujeres adultas de tocarles sus partes íntimas durante varios exorcismos que les practicó.
Según informan los medios de comunicación españoles, animó a las mujeres a desnudarse durante los rezos y rituales ante el Santísimo expuesto en las iglesias. Después, tocaba los genitales de las mujeres afirmando que «ahí es donde están los demonios».
Además: El sacerdote ha grabado algunos de sus actos con una cámara de vídeo oculta.
El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo Cano, sancionó al sacerdote en julio. Tuvo conocimiento del caso cuando aún era obispo auxiliar de Madrid.
Las presuntas perversiones tuvieron lugar en las últimas décadas, pero han prescrito en términos de procedimiento civil y canónico.
Así, el delito canónico por el que se sancionó al sacerdote fue el de «falso misticismo».
Ahora tiene prohibido predicar, oír confesiones, realizar exorcismos o dar consejos espirituales a nadie.
La Archidiócesis de Madrid dijo que esto era «lo máximo que se podía hacer», porque no había ningún procedimiento civil o canónico ya que las mujeres eran mayores de edad.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe en Roma declinó hacerse cargo del caso.
ABC.es escribe que el sacerdote ha admitido los hechos [filmados] desde el principio. Sin embargo, ha añadido que «no hizo nada malo» porque los exorcismos [¿de vaginas?] eran necesarios.
«La falta de condena no puede confundirse con la absolución», declararon a Abc.es fuentes cercanas al caso: «En ningún momento se niega que los hechos ocurrieran, de hecho el propio acusado los ha reconocido».
El sacerdote es muy conocido en la archidiócesis de Madrid. Desde su ordenación, en los años 90, ha estado muy implicado en el trabajo pastoral con los más pobres, así como en la dirección espiritual y la confesión. Fundó y dirigió el centro de acogida para personas sin hogar «Don de María».
Anteriormente, fue director espiritual del Seminario de Madrid y profesor de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso, lo que le hizo muy conocido entre el clero madrileño.
En abril de 2005, el cardenal Rouco le destinó a la parroquia de la Almudena de Madrid, situada en la Catedral. Era fácil reconocer su confesionario por las colas de fieles que esperaban para confesarse con él. En aquella época, según su propio testimonio, pasaba 12 horas al día realizando exorcismos.
MADRID, ESPAÑA.
SÁBADO 5 DE OCTUBRE DE 2024.
ESNEWS.