En el mundo hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión.
Este tipo de discapacidad se muestra por una disminución total o parcial de la vista. Se debe tener en cuenta el campo visual, el espacio visible con la mirada fija en un punto y la agudeza visual la capacidad del ojo para percibir objetos.
Cuenta Bernardo que cuando tenía 6 años empezó a perder la visión… y ahora, aunque a simple vista no parece que sufra ningún tipo de discapacidad, ha perdido el campo visual. Esto hace que se ponga nervioso por cómo vaya a reaccionar la gente, si lo van a tratar diferente o no, ¿cómo explicar?
Me imagino que sus padres siempre le dijeron que era un niño normal, que él era afortunado porque no veía el mal, el cual no lo conocía, hasta que puso atención al escuchar, el silencio debe ser su aliado porque es capaz a diferencia de uno, de percibe su voz en lo más recóndito de su ser.
Esta limitación de Bernardo le exige mucha fuerza de voluntad porque para él es difícil no poder ver el proyector o la pizarra como el resto de sus compañeros, no poder trabajar con normalidad con programas de ordenador y demás… Y seguramente tarda el doble de tiempo que sus compañeros al realizar un examen, leer un texto, hacer un trabajo o estudiar…
Su afán de superación convierte cada una de las barreras con las que se encuentra en una oportunidad, para demostrar que no hay nada imposible para Dios.
Al amanecer sus ojos se acaban de despertar, sus pobres ojos que se hicieron para ver, no sólo para llorar, han aprendido adivinar entre las sombras, la luz, para que nunca le ciegue el mal, ni su limitación le haga olvidar, que existe su Creador y cuando llegue el dolor que yo sé que llegara, no se le enturbie el amor, porque si se le nubla la paz, ¿Quién lo sostendrá? Ahora que ha llegado a su hogar con su corazón te verá y su llanto cesará.
Que experiencia tan inigualable de aquellas personas que, sin ver, te verán. ¿Qué quieres que haga por ti? Contesto Bernardo, que vea mamá, pero para que quieres ver, si con tus sentidos me puedes mirar, o acaso has estado inventando todo aquello que de tus labios me haces escuchar, no madre mía, es lo que puedo mirar, tu eres mi luz y mi paz, ayúdame hijo sostén mi caminar, que estas piernas ya no se pueden movilizar. ¡Hay madre mía! Si nunca te has movido como lo quieres lograr, ven mi bastón, mi pequeño bordón te esperaba con ansias para poderte mirar ya que no me puedo mover, mis piernas para andar, pero si mis ojos te pueden mirar, pero madre que dices si yo te puedo acompañar, tú mis ojos, yo tus sandalias al andar juntos hasta la eternidad.
Queridos amigos lectores, como decirles que unos padres, una madre, un hijo, siempre se deben amar, valoremos la vida de nuestros seres queridos, amigos que nos han acompañado en este camino que como dice Bernardo juntos hasta la eternidad. Bernardo que nació en medio de la adversidad. A temprana edad supo que debe de amar.
RUAN ÁNGEL BADILLO LAGOS.