Saberes y sabores.- Adviento: tiempo de preparación

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Desde la antigüedad, el tiempo de adviento ha sido importante. El adviento es una
temporada de preparación espiritual para celebrar el nacimiento de Cristo, el cual
abarca del domingo 27 de noviembre, hasta el sábado 24 de diciembre. El término
“adviento” proviene del latín adventus, que significa “venida”, “llegada” ¿de quién?
Del Salvador


Este tiempo se divide en cuatro domingos previos a la Navidad, los cuales se
integran a la gran celebración del nacimiento de Jesucristo. Durante el adviento
las personas se deben ir preparando cada día para llegar a la Navidad, dispuestos
con el corazón.


Si el nacimiento natural del hombre es importante, ¡cuánto debe serlo el
nacimiento de Jesús!; este se presenta como un verdadero parto. Todo nacimiento
se efectúa a partir de un germen de vida que determina la naturaleza del ser
engendrado, todos tenemos la dicha de haber nacido del germen de nuestros
padres, como niños recién nacidos, se necesita el aliento de vida.


El nuevo nacimiento no es una metáfora, sino una realidad. El hombre re-creado
no sigue ya sus pasiones ni se deja llevar por el colorido, las luces, el consumismo
de este tiempo previo a la Navidad y fin de año. Este principio aplica a todo ser
humano de buena voluntad con alcance universal, aunque se pretenda sustituir la
Navidad por las fiestas de fin de año, haciendo a un lado el verdadero significado
de esta.


Como sabemos todos los pueblos, los niños son la “Corona de los ancianos”, por
tanto, hay que enseñarles el valor de la Navidad, ya que son seres en proceso de
aprendizaje y, además, la continuación de las nuevas generaciones. Así es que, si
queremos que las tradiciones no “se mueran”, debemos poner el nacimiento en
nuestros hogares. Ellos no están excluidos del verdadero significado de la
Navidad.


Para que una vez adultos adopten a Jesús, en efecto, se necesita acoger al niño
Jesús en nuestros hogares, recibirlo con toda simplicidad, pero con un corazón
dispuesto. Tenemos que adornar las casas, centros de trabajo, calles y espacios
públicos, según las normas establecidas.


El nacimiento ocupa el centro de esta festividad, “por esta razón, el adviento
guarda una estrecha relación con la Navidad”. Es un tiempo que acerca a las
familias, pues como es tradición, nos congregamos en la gran cena navideña,
signo de amor, concordia y acción de gracias.

Se tienen a partir de este domingo cuatro semanas que nos invitan a prepararnos
cada día con acciones concretas y sencillas en la integridad de la familia. Es
bueno, incluso, hacer un plan o propósito, de ser posible, cada día. Por ejemplo,
hoy todo lo que haga lo voy hacer con alegría, mañana ayudaré a quien lo
necesita y demás.


También es menester participar de las tradicionales posadas y del canto de la
rama, aunque en ocasiones ya no se va casa por casa como antaño. Decía un
sobrino: “se presentan con una rama toda desmayada”, refiriéndose a que solo iba
una persona con una ramita, pero no importa la forma, sino el mensaje que se va
anunciando: en un portalito de cal y de arena nació Jesucristo por la noche
buena…


¡Preparémonos en este adviento para celebrar la Navidad!

Por RUAN ÁNGEL BADILLO LAGOS

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