Reliquia de san Judas llega a México, canónigo Valerio Di Palma da primera bendición en aeropuerto

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

Gracias a la publicidad y auspicio de Farmacias Similares, la reliquia de san Judas Tadeo, un fragmento óseo de un brazo, llegó esta tarde a la Ciudad de México. Desde el aeropuerto hasta la catedral metropolitana, el preciado objeto fue custodiado uno de los canónigos de la Basílica de San Pedro, Valerio Di Palma, instituido “Ad Quinqueniuum, el 18 de enero pasado por el Papa Francisco. Di Palma, ante el interés y curiosidad de decenas de personas, levanto el relicario dando la bendición, siempre acompañado por el propietario de las farmacias similares, Víctor González Torres, postrado en silla de ruedas y su hijo, el artífice de la visita, González Herrera.

En la catedral metropolitana, con parte del cabildo metropolitano y la notoria ausencia de obispos auxiliares o del arzobispo de México, la misa solemne presidida por el dean, monseñor Ricardo Valenzuela Pérez, quien destacó la importancia de la visita de la reliquia de uno de los amigos más íntimos de Jesús.

Di Palma, quien dirigió la homilía, externó su orgullo por traer la reliquia en nombre del cabildo de la Basílica papal, en nombre del cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica.

“Con estas reliquias, traigo la caridad del Papa Francisco a ustedes, pueblo santo de Dios en México”,  señaló el canónigo acentuando que la reliquia de san Judas es traída especialmente a los más pobres y débiles, para los más indefensos y quienes han perdido la esperanza, los enfermos y quienes se sienten abandonados, además de quienes han sido desplazados de sus lugares de origen , los migrantes , afrontando un “viaje de esperanza”.

Destacando las cualidades del patrono de las causas imposibles, Di Palma aseveró que el apóstol viene a consolar a todos, “no estamos solos, Cristo resucitado está con nosotros, es el Señor de la historia… dándonos la certeza de que con él, lo imposible se hace posible”.

Judas Tadeo es el apóstol mártir de Cristo resucitado, “portador del rostro de Cristo… muestra a todos, desde los pobres hasta el rey, el rostro misericordioso del Señor, el mandylion… “ refiriéndose así a la prenda o lienzo que Abgar V, rey de Edesa, recibió de Judas para curarle de la lepra que le aquejaba. “Hoy, san Judas Tadeo, si por un lado muestra el rostro misericordioso del Señor, espacialmente a los desvalidos, a los que están en la tribulación y en la pobreza, por el otro viene a consolar y a confirmar a todos en la fe, la esperanza y la caridad…”

Haciendo especial énfasis en el sentido de la presencia de la reliquia, el canónigo Di Palma, recordó la carta canónica atribuida al apóstol para preservar la identidad de la fe en Cristo, “con fuerza, claridad y valentía, para construir un mundo mejor, la construcción de la civilización del amor mediante la paz, la justicia, prosperidad y diálogo”.

La fe en la resurrección lo sostuvo en su martirio, “ese testimonio del apóstol sirvió para que Di Palma recordara el mismo testimonio de fe del mártir mexicano san José Sánchez del Río quien fue asesinado por no haber renegado de su fe católica.

“Que el testimonio de san Judas Tadeo nos refuerce en la esperanza… así como nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe, alentó un consoló a san Juan Diego, el más pequeño, el más sencillo, el más pobre de los pobres y, por ello, el preferido del Señor”, citando así las palabras del Nican Mopohua al indio santo.

“¡Viva san Judas, Tadeo, Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Cristo Rey!”, fue la proclama con la que Valerio Di Palma concluyó su homilía

Al término de la homilía, el dean de catedral, Ricardo Valenzuela, enfatizó el agradecimiento a Dios por la presencia de la reliquia del apóstol, “tan importante en la fe del pueblo de México. Agradeció, igualmente a los patrocinadores y propietarios de las Farmacias Similares, el auspicio de esta visita a la que calificó de milagro, “hay mucha gente detrás de esto, poniendo su mejor empeño para que este recorrido que san Judas hará en la República mexicana sea todo un éxito y habremos de estar conscientes de que es un momento de fe que nos ha de unir, que es el patrono de las causas difíciles, pidámosle que nos ayude a vivir, como mexicanos, unidos. Le pedimos, pues, la intercesión por nuestro amado México”.

La reliquia de san Judas y la imagen de cera permanecerá en catedral metropolitana hasta el 31 de julio. El calendario de visitas por diversas comunidades y diócesis de México puede consultarse aquí.

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