• Designar «Comisarios» para investigar instituciones, órdenes religiosas, «movimientos» o Dicasterios.
• Acto seguido, la defenestración de los titulares, fundadores o dirigentes  de dichas instituciones señalados como culpables.
• Ventilar la existencia de presuntos malos manejos financieros.
• De igual forma, se filtran versiones acerca de la «rigidez» que permeaba dentro de dichas entidades.
• La documentación oficial que pemitiría conocer los procedimientos, nunca se conoce, nunca se divulga.
• En algunos casos, como en el de monseñores alemanes con pleno, con público reconocimiento de culpa por parte de ellos…sin embargo sobreviene un sorpresivo perdón papal.
• En otros casos, como el del cardenal Rodríguez Maradiaga, envuelto en numerosos escándalos de carácter sexual y financiero, simple y llanamente la respuesta vaticana es la del silencio.
• Claro, también existen otros asuntos, otros sucedidos, en los que la condena es implacable, definitiva, pública y contundente.
• Pero se han dado casos como en el del cardenal Becciu, de antemano condenado, antes de cualquier investigación y juicio.
• Pero una constante es que algunos de los señalados, sobre todo en casos de índole sexual, simplemente reaparecen tiempo despùés, como si nada condenable hubiera manchado su expediente. Absolutamente nada, sobre lo que meses atrás les mereció haber sido señalados, exhibidos, desprestigiados y sentenciados vox populi.

El más reciente de dichos casos es el de Monseñor Massimo Palombella.

En 2018, monseñor Massimo Palombella se vio envuelto en un escándalo que sacudió a toda la Iglesia, cuando hizo que los pequeños a su cargo en el Coro de la Capilla Sixtina, y para sorpresa de los padres de los pequeños, participaran en una desfile de modas en New York, quizá con el propòsito de enseñarlos desde tierna infancia a no ser tan «rígidos».

El caso es que hoy, a tres años después del revuelo, de las investigaciones sobre malos manejos financieros y cuentas secretas en bancos extranjeros, el hombre regresa como si nada.

A continuaciòn, como es costumbre en estas páginas, los hechos.

Por cierto, monseñor es quien aparece fotografiado lo mismo con la cantante Rihanna que con la actriz mexicana Salma Hayek. Nada rìgido, ¿verdad?

JOSÉ A. PÉREZ STUART.

(*) Periodista católico, pionero tanto en el columnismo empresarial como en el análisis económico en la televisión y la radio mexicanas, ha destacado como analista político y la autoría ya de su segundo libro, Del Padre Muerto al Asesinato del Padre: homosexualismo: ¿nace o se hace? en este último caso sobre uno de los temas de mayor actualidad y trascendencia: el proceso de identidad sexual de la persona y los orígenes de la homosexualidad.

Defenestrado por dos Presidentes de México, que le cortaron su trayectoria periodìstica en los medios tradicionales, Pérez Stuart, Licenciado en Administración, recurrió a la academia para ampliar su visiòn de la realidad y profundizar en el análisis, desde la perspectiva de Inteligencia, de tal forma que completó estudios de Maestría tanto en Derecho (en la Universidad Nacional Autónoma de México), como en Historia del Pensamiento (en la Universidad Panamericana) y en Psicología (en la Universidad del Valle de México). También es Maestrando en Terapia Psicoanalítica.

El turinés de 53 años, con formación salesiana y estudios en el Conservatorio, fue elegido para el prestigioso puesto. Hace tres años se sintió abrumado por la investigación sobre la capilla de la música papal.