En las últimas 48 horas se han sucedido diversas reacciones a la carta apostólica por la que el Papa Francisco vuelve a restringir notablemente la celebración de la Forma Extraordinaria del Rito Romano, también llamada Misa Tradicional o Tridentina. En Estados Unidos y en las Fraternidades sacerdotales que celebran según dicho rito se han publicado varias notas de interés.
Horas después de la primera declaración, del arzobispo Cordileone, el arzobispo José Horacio Gomez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos respondió a la carta apostólica Motu Proprio del Santo Padre «Sobre el uso de la liturgia romana antes de la reforma de 1970», la página web de dicha Conferencia Episcopal publicó esta breve nota suya:
«Hoy el Papa Francisco publicó Traditionis custodes, una carta apostólica emitida a motu proprio sobre el uso de textos litúrgicos en latín aprobados antes de la reforma de 1970. Recibo con agrado el deseo del Santo Padre de fomentar la unidad entre los católicos que celebran el Rito Romano. A medida que se implementan estas nuevas normas, animo a mis hermanos obispos a trabajar con cuidado, paciencia, justicia y caridad mientras juntos fomentamos una renovación eucarística en nuestra nación».
La nota está en línea con las recientes decisiones del episcopado estadounidense, respecto a la necesidad de cuidar la liturgia eucarística y velar por lo que se viene llamando «coherencia eucarística», principalmente cuando se trata de personas que ocupan los principales puestos del poder en la vida pública.
Por su parte, monseñor John M. Quinn, obispo de Winona-Rochester (EEUU), que en ocasiones ha celebrado la misa según la Forma Extraordinaria, ha indicado ya cómo mantendrá la forma extraordinaria del rito latino en su diócesis, en el marco de la carta apostólica Traditionis Custodes, en otra concisa nota:
En primer lugar, afirma que el motu proprio Traditionis custodes «prevé un uso más concentrado de la Forma Extraordinaria» y que comprende como obispo que «puede decepcionar a algunos fieles de nuestra diócesis» pero también espera «que se reciba la carta apostólica con el espíritu de unidad que el Papa Francisco desea».
A continuación, Mons. Quinn asegura su «interés pastoral continuado por los fieles que mantienen un sentido especial de adhesión a la Forma Extraordinaria» y en consecuencia, declara que «como se prevé en Traditionis Custodes, designaré a un Vicario para la Forma Extraordinaria para asegurarse que las necesidades espirituales de estos fieles se cubran adecuadamente». Concluye su breve nota con un añadido muy coherente: «Yo, con nuestros sacerdotes y equipo diocesano, seguiremos estudiando el documento, para tomar disposiciones adecuadas a largo plazo para la celebración de la forma extraordinaria en la diócesis de Winona-Rochester».
Fraternidades sacerdotales
También son destacables las reacciones llegadas de las asociaciones de sacerdotes o fraternidades sacerdotales suyos miembros celebran la Misa según el Ritual del Papa Benedicto XVI. Así, una nota de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, erigida por San Juan Pablo II en 1988, que declara tener más de 300 sacerdotes y 150 seminaristas de 30 países y trabajar en 130 diócesis de los cinco continentes:
«Con la publicación del último motu proprio, Traditionis Custodes, que ha colocado nuevas restricciones en la Forma Extraordinaria del Rito Romano, muchos de nosotros quedamos descorazonados y angustiados. En este momento es demasiado pronto para ver todas las implicaciones que tendrá para la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, pero les aseguramos que seguimos comprometidos en servir a los fieles que acuden a nuestros apostolados según nuestras Constituciones y carisma como hemos hecho desde nuestra fundación», afirma una breve nota de la Fraternidad.
«Debemos esforzarnos por ver esta Cruz como un medio de santificación y recordar que Dios nunca abandona a su Iglesia. Nuestro Señor nos promete las gracias necesarias para afrontar nuestras cruces con fuerza y coraje. No debemos ser negligentes con la parte que nos toca como católicos fieles. Oremos y ofrezcamos sacrificios en nuestras vidas diarias, y confiemos en la intercesión de Nuestra Señora, San José, y nuestro patrón, San Pedro», finaliza el comunicado.
También se han pronunciado con una nota los Canónigos Regulares de San Juan Cancio, fundados en 1998, con la aprobación del cardenal de Chicago Francis George (fallecido en 2015). Ellos siguen la regla de San Agustín y celebran la liturgia en ambas formas del rito latino. Atienden parroquias en EEUU y Canadá y realizan muchas actividades para jóvenes y provida.
«La celebración de ambas formas del rito romano sigue siendo la ley para nuestro instituto, como afirman nuestras Constituciones. En 2019, nuestro ordinario local, el cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, graciosamente aprobó estas constituciones», recuerdan.
«Creemos que estamos [los Canónigos de San Juan Cancio] en una posición única para mostrar la unidad y diversidad de la herencia litúrgica de la Iglesia», explican. «Los Canónigos Regulares de San Juan Cancio esperan trabajar con su ordinario local, el cardenal Cupich, para implementar el Motu Proprio del Santo Padre. Seguimos centrados en nuestra misión de Restaurar lo Sagrado y seguiremos nuestro trabajo en nuestras parroquias».
Conferencia Episcopal y obispos en Francia
Por otro lado la Conferencia Episcopal de Francia quiere, según dice, mantener su atención y su estima en un breve comunicado.
Los obispos de Francia, junto con todos los fieles de sus diócesis, han recibido el motu proprio «Traditionis Custodes» del Papa Francisco, que se hizo público ayer.
Desean expresar a los fieles que celebran habitualmente según el misal de San Juan XXIII y a sus pastores, su atención, la estima que tienen por el celo espiritual de estos fieles, y su determinación de proseguir juntos la misión, en la comunión de la Iglesia y según las normas vigentes.
Cada obispo tendrá que estar a la altura de los desafíos descritos por el Santo Padre para ejercer la responsabilidad que se le recuerda en la justicia, la caridad, la atención a todos, el servicio a la liturgia y la unidad de la Iglesia. Esto se hará mediante el diálogo y llevará tiempo.
El motu proprio «Traditionis Custodes» y la carta del Santo Padre a los obispos que lo introduce son una exigente llamada a toda la Iglesia a una auténtica renovación eucarística. Nadie puede prescindir de ella.
Los obispos invocan al Espíritu Santo para que la Eucaristía, «fuente y cumbre de la vida cristiana», sacrificio del Señor y memorial de su Pasión y Resurrección, sea el lugar donde la Iglesia saque fuerzas cada día para llegar a ser lo que es: «en Cristo, en cierto modo, el sacramento, es decir, el signo y el medio de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano». (Lumen Gentium 1).
El obispo de Versalles muestra cercanía y manifiesta que la situación es de paz y renueva la confianza:
Queridos hermanos y hermanas:
He tenido conocimiento como vosotros del motu proprio Traditiones Custodes publicado ayer por el Papa Francisco. Sé que estas nuevas normas suscitan la inquietud de algunos.
En los Yvelinnes, seis comunidades celebran habitualmente con el misal de San Juan XXIII en comunión con el Obispo de Versalles. He constatado desde mi llegada a la diócesis una situación apaciguada.
Si hay comunidades que han conocido en otro tiempo acontecimientos dolorosos, yo me alegro del camino recorrido hacia una comunión eclesial efectiva. Esta obra de paz ha sido llevada por mis predecesores con el concurso precioso de sacerdotes y fieles animados por este deseo de unidad.
En septiembre me reuniré con los sacerdotes que sirven vuestras comunidades para tomar el tiempo de estudiar juntos estas nuevas normas y su recepción en la diócesis. Desde ahora yo les he renovado mi confianza y mi deseo de continuar juntos en este camino de unidad que yo os invito a encomendar en la oración a la Virgen María Madre de la Iglesia.
+Luc Crepy
Obispo de Versalles
Otros obispos, como el de Bayona, también se han pronunciado formalmente en la misma dirección:
Consciente de las posibles desviaciones inducidas aquí o allá en la Iglesia y siempre a corregir, doy fe de mi parte que la aplicación leal del Motu proprio Summorum Pontificum en la diócesis de Bayona, Lescar y Oloron, ha fomentado un clima de paz y mutua respeto entre sacerdotes y fieles apegados a lo que Benedicto XVI denominó forma ordinaria y forma extraordinaria del rito romano único. Me parece que puedo dar fe de que los sacerdotes que garantizan en la diócesis de Bayona el servicio de la liturgia según el Misal de 1962, se adhieren plenamente al Concilio Vaticano II, reconocen la legitimidad del Misal de 1970, expresión por excelencia. de la lex orandi de la Iglesia latina, y cultivar un agudo sentido de comunión eclesial participando activamente en eventos y celebraciones, así como en las orientaciones pastorales y misioneras de la diócesis. Sé que tienen la preocupación de hacer crecer en la fe, la vida cristiana y el sentido de comunión y misión, a los fieles que participan habitual u ocasionalmente en las celebraciones litúrgicas que presiden. Observo, además, que sus asambleas son relativamente jóvenes y que hay familias muy preocupadas por transmitir la fe a sus hijos y educarlos para “ sentire cum Ecclesia – para sentir con la Iglesia”.
Quisiera reiterar mi confianza en ellos e invitarlos a continuar sus esfuerzos en la misma dirección, en el espíritu del nuevo Motu proprio Traditionis Custodes , del cual detallaré los métodos de aplicación más adelante. Y si sienten incomprensión, los invito a no ceder a la ira ni a las actitudes de cierre o retraimiento, sino que, como el apóstol Tomás en el Evangelio (cf. Jn 14, 5-6), a pedir al Señor mismo explicaciones, en una oración de entrega a su voluntad.
InfoCatólica.