Hoy a las 8:30 de la mañana, un extremista judío ingresó a la Iglesia de la Flagelación, que es la primera parada de la Vía Dolorosa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. El hombre derribó la estatua de Jesús y desfiguró el rostro de la estatua. Después de que el portero del santuario lo inmovilizara, llegó la policía y lo arrestó.
Este es el quinto incidente que se produce en las últimas semanas. La semana pasada, algunos turistas fueron atacados por un grupo de judíos religiosos que ingresaron a Porta Nuova. Vandalizaron la Puerta Nueva, cerca de la sede de la Custodia de Tierra Santa, arrojando sillas, mesas y vasos y transformando el barrio cristiano en un campo de batalla.
Hace unas dos semanas, un cementerio cristiano en Jerusalén fue objeto de actos de vandalismo, se escribieron grafitis de «Muerte a los cristianos» en las paredes de un monasterio en el barrio armenio, y los locales utilizados como iglesia en el centro maronita de Ma’alot fueron objeto de actos de vandalismo.
Seguimos con preocupación y condenamos enérgicamente esta secuencia creciente de graves actos de odio y violencia contra la comunidad cristiana en Israel. No es casualidad que la legitimación de la discriminación y la violencia en la opinión pública y en el actual escenario político israelí se traduzca también en actos de odio y violencia contra la comunidad cristiana.
Esperamos y exigimos que el gobierno israelí y las fuerzas del orden actúen con decisión para garantizar la seguridad de todas las comunidades, garantizar la protección de las minorías religiosas y erradicar el fanatismo religioso, estos graves fenómenos de intolerancia, estos crímenes de odio y vandalismo dirigidos contra los cristianos en Israel.
Fr. Francesco PATTON, OFM, Custodio de Tierra Santa
Fr. Alberto Joan PARI, OFM, Secretario de Tierra Santa.
Jueves 2 de febrero de 29023.
