Gran preocupación, molestia y reclamos ha levantado “El Nacimiento del Niño Dios” en la Plaza de San Pedro, ciudad del Vaticano; donde “groseramente” a pretexto del arte contemporáneo han instalado el tradicional pesebre, solo que con astronautas, extraterrestres y figuras grotescas que representan a la Virgen María y San José. La exposición induce a que Jesús pudo haber sido un extraterrestre llegado de alguna galaxia, señalan algunos fieles.
Los comentarios corren en las redes sociales no tan solo de católicos sino de muchos que afirman que este “pesebre galáctico” es un “insulto” para la tradición y para la misma evangelización.
“El Nacimiento del Niño Jesús de San Francisco”
Fue San Francisco de Asís, quien recreó la primera escena de la Natividad en la víspera de Navidad en el año 1223. Con el fervor por Cristo y replicando su pobreza, San Francisco caminaba los pueblos de su natal Italia predicando el mensaje de la salvación por medio de Jesús. Dicen los historiadores que andando cerca de Rieti, lo sorprendió la Navidad en la ermita de Greccio.
Ayudado por otros frayles o hermanos, construyó un pesebre, un portal y una casita de paja para invitar a los lugareños a representar en una escena viviente “El Nacimiento del Niño Jesús”. Relatan también que la escena se componía con la representación de José y María, los pastores, y un buey y un burro que le daban mayor veracidad a tan importante acontecimiento.
De acuerdo a la tradición, este hecho se dio después de que “el varón que tiene corazón de lis” visitó el lugar histórico del nacimiento de Cristo durante una peregrinación a Tierra Santa.
Posteriormente y debido a que la gente de los pueblos debía atender sus deberes diarios, fueron sustituidas las personas por figuras de diversos materiales como madera tallada o cera, aunque durante mucho tiempo se mantuvo con “Belenes vivientes”, principalmente en los recintos religiosos. En cualquiera de los dos casos durante la navidad los hogares cristianos hicieron suya esa ferviente tradición que les acercaba el mensaje de Cristo Salvador.
Esta tradición navideña fue un hermoso instrumento de evangelización de los frailes a partir de la conquista española donde los nativos elaboraban figuras con barro y paja para representar sus “belenes” motivo del nacimiento del niño Dios, a quien, además, arrullaban con cánticos.
“El Nacimiento del Niño Jesús del Vaticano”
Ahora parece ser que el Vaticano ha cambiado de opinión sobre el nacimiento del niño Jesús y los elementos de la cueva los han sustituido por escenas intergalácticas. No fueron los ángeles que acompañaron el nacimiento del Salvador sino extraterrestres, según la muestra que recién inauguraron el Cardenal Giuseppe Bertello y Monseñor Fernando Vérgez Alzaga, Presidente y Secretario General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano; al pie del obelisco en la Plaza de San Pedro como se aprecia en el video publicado por vaticannews.
Vaticannews.va publicó: “La inauguración estuvo a cargo del Cardenal Giuseppe Bertello y de Monseñor Fernando Vérgez Alzaga, respectivamente Presidente y Secretario General del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano. A la inauguración de este pesebre monumental, compuesto por estatuas de cerámica, asistieron, entre otros, el Obispo de Teramo-Atri, Monseñor Lorenzo Leuzzi, el Comisario Extraordinario para la reconstrucción después del terremoto, Giovanni Legnini, el Presidente de la Región italiana de los Abruzos, Marco Marsilio, y el Presidente de la Provincia de Téramo, Diego Di Bonaventura”.
“Una familia sagrada que no es ni sagrada ni familia”
El escritor italiano Emanuele Ricucci, publica polémicamente en su Facebook: «La nueva escena del belén en la Plaza de San Pedro es una horrible pila de tornillos, cabezas que no tienen forma angelical o mística. Es terrible. El propio Vaticano, hace 500 años, encargó a Michelangelo que ahora recoge una familia sagrada que no es ni sagrada ni familiar».
“Insultos en las redes sociales”
Los cuestionamientos en las redes sociales a las fotos publicadas por vatican news se volvieron una lluvia de críticas feroces. Mónica Acero: Aquí no hay nada Sacro, es una ofensa clara a Nuestro Señor y a la Natividad. Es un espectaculo macabro al mejor estilo masón. Sinceramente el católico que vea esto como normal, está del lado del maligno; Bravo Marce: “Perdón pero que horror de representación de la sagrada familia…. eso está terrorífico…. es una burla o que….”; Paulo Arrúa: “La Santa Sede debe propender a la devoción y al crecimiento espiritual de los fieles. No en ser una galería de arte para satisfacer los «gustos artisticos» modernos”; Lgl Lpez: “Que horrible la escultura de la Sagrada Familia; un verdadero insulto al arte y a la fe”; Patricia Nasutti: “Dolor tristeza angustia desolación esperanza caridad humanidad …. muchas cosas pasan dentro de mi ser!”; Luisa Fernández: “…ayer el diario del Vaticano ni mencionó el tema aborto q se sesionó en el día de los “ddhh” en el país de origen de bergoglio… es más publicaron otros temas con pañuelito violeta y verde de fondo el día anterior… están pisando bajo …no se toman el trabajo ni de cuidar las fotos q publican… yo lo digo por Uds … las caretas este año se le caen a todos”; Valentina P. Meza: “Es a absolutamente horroroso, espantoso, como pueden hacer ese tipo de cosas, se dice que es de diseño y origen sumerio y griego, pero hay que decirlo, como desacralizan el Pesebre de Navidad, imágenes horrorosas, parecen extraterrestres, que pasa en el Vaticano, me pregunto. Esculturas, que, lo que menos hacen es generar, devoción, piedad, amor por la Santa Navidad”. «Horror fidei…that refleja completamente esta iglesia enferma y moribunda”; Cristian L. Figueredo G: “Que horrible la escultura de la Sagrada Familia; un verdadero insulto al arte y a la fe”. …Y así, la lista es larga.
“Del cosmonauta al humo advertido por Pablo VI”
Lo cierto es que el Vaticano ha sustituido la luminosidad del Niño Jesús, el rostro dulce de la Virgen, la ternura paterna de San José y la devoción de los pastores, belleza absoluta y objetiva que inspiró el arte católico durante tantos siglos. En su lugar ha instalado 54 figuras de corte extraterrestre llamadas “arte contemporáneo” traídas de Táramo y colocadas en una plataforma de 125 métros cuadrados en medio de la columnata de Bernini, que en nada inspiran al nacimiento del Salvador.
¿Cómo reaccionan los niños al contemplar al «atornillado» Niño Jesús con ricitos de oro, al guerrero con cuernos o al cosmonauta del «Alien»?
Una ruptura drástica con la tradición en un desesperado y obsesivo sincretismo donde lucen máscaras de pueblos panteístas, fetichistas y de cultos paganos o mesopotámicos. A la par de la “pachamama”, una diosa de la fertilidad andina, que requería sacrificios de animales y que el mismo vaticano ha puesto muy de moda.
Hace humo en la Iglesia de Cristo que confunde a los católicos, una tendencia a demitir todo lo que es sobrenatural en la fe católica: dogmas, milagros, trascendencia, doctrina, tradición. El ecoambientalismo, la economía globalizada y tantas más, se imponen sobre el anuncio de la Buena Nueva y la Salvación para lo que fue instituida la Iglesia de Cristo. El humo que Pablo VI habría advertido y el modernismo que San Pío X había exorcizado. Son tiempos de humo.
