Nuestro calendario, es una construcción humana que ha sido creada para que podamos marcar los eventos históricos importantes con el fin de recordarlos. Es así, como la documentación de los sucesos que marcaron una diferencia en la historia de la humanidad han quedado inmortalizados con su fecha en el calendario. Sin embargo, ¿en qué se diferencia la llegada de Cristóbal Colón a América del nacimiento de Jesús?
Para los historiadores, incluso los ateos, el nacimiento de Jesús ha sido el punto de referencia con el cual se datan los eventos antes de Cristo o después de Cristo. Ningún otro evento en la historia de la humanidad ha tenido el impacto del nacimiento, vida y muerte de Jesús de Nazaret. Y esto se debe a que durante los 3 años de la vida pública de Jesús marcaron la vida de millones de personas desde entonces.
¿Por qué es importante para nosotros conmemorar este acontecimiento?
La filosofía de Jesús, incluso para los ateos y los estudiosos de todos los tiempos, ha tenido una enseñanza transgresora y revolucionaria que aún hoy, 2 mil años después, sigue vigente. Ni Aristóteles, Sócrates o cualquier otro pensador de la historia han logrado prevalecer en el tiempo con sus enseñanzas y a pesar del paso del tiempo, muchas corrientes de conocimiento se han creado a partir de las enseñanzas de Jesús, pero ninguna ha logrado sobrepasar la de Cristo.
Es por eso que nosotros, como discípulos de Jesús, tenemos que conocer sus enseñanzas, practicarlas y compartirlas con el mundo, ya que no es una filosofía cualquiera, sino la que logró partir la historia de la humanidad en dos, debido a su magnitud y la fortaleza de su mensaje.
Además de la relevancia histórica de la vida de Jesús, quien afirmó ser uno con Dios, sus enseñanzas escritas en parábolas y mandamientos, tienen un condimento especial y es el poder de la divinidad. Esto quiere decir que su filosofía es posible de aplicar con la intervención del Padre, quien nos purifica si se lo pedimos.
Con esta afirmación de divinidad, Jesús se convierte entonces en el camino hacia la purificación del alma para que en el momento de nuestra muerte volvamos al Padre, y ¿Cómo logra esto Jesús? Lo hace a través de la sanación.
Jesús vino para sanarnos. Para curar nuestras heridas con sus enseñanzas y su divinidad. No vino a llenarse de gloria y de grandeza, con sus conquistas ni sus castillos. Vino a darnos el regalo de la sanación para que podamos no pecar más y volver al padre. Marcos 5:34 Y Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.
Es así como en mi carrera como psicólogo católico, me he dedicado a buscar que mis pacientes conozcan el poder sanador de Jesús, para que se liberen de las ataduras que no los dejan usar plenamente sus talentos y desarrollar su proyecto de vida. Por eso creé el Diplomado Católico Digital en Sanación Interior, para que personas como tú, que están buscando a Jesús, puedas conocer cómo vivir una vida digna, dando y recibiendo amor verdadero y siendo instrumento de sanación para otros.
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