La noticia fue difundida por los principales y más vendidos periódicos nacionales y europeos: el comediante Zelensky, actor nato, producto in vitro de Washington si no de Hollywood, ha prohibido la Iglesia ortodoxa por su cercanía a la Rusia de Putin.
A decir verdad, la noticia ni siquiera nos sorprende mucho, si tenemos en cuenta que las persecuciones del comediante contra la iglesia ortodoxa eran conocidas desde hacía tiempo y también habían sido admitidas abiertamente por los mismos heraldos del nuevo orden mental de consumación, del Nuevo Orden Mundial liberal-atlantista.
Sin embargo, conviene una reflexión seria y desencantada: ¿cómo podemos seguir manteniendo que el mimo representa la batalla por la libertad, los derechos y la democracia?
En estos dos años y medio de conflicto, lo hemos visto:
- establecer un canal único de televisión,
- limitar severamente a los partidos de oposición (con el debido respeto al clero periodístico, evidentemente también debe haber oposición al comediante en Ucrania),
- y ahora, por último pero no menos importante, prohibir la iglesia ortodoxa.
¿Es éste realmente el modelo de libertad, democracia y defensa de los derechos por el que Occidente, o más bien el asesino, está haciendo todo lo posible?
Siempre volvemos al mismo punto, en el que ya hemos insistido muchas veces: ésta no es la guerra defensiva de Ucrania contra la agresión de la pérfida Rusia; es, en cambio, la guerra que la OTAN y los asesinos liberales-atlantistas están librando a través de Ucrania -usada bajo la apariencia de una cabeza de carnero- contra la Rusia de Putin, cuya culpa inexpiable, a los ojos de la civilización de la hamburguesa, reside en no doblegarse. al Nuevo Orden Mundial liberal-atlántico y, además, a posicionarse como una fortaleza del nuevo mundo multipolar libre de las garras mortales de la anglobalización imperialista.
El comediante no es un héroe y ni siquiera es el campeón de la libertad: es simplemente un títere sin dignidad, manipulado por Washington como parte de un esfuerzo bélico, con el objetivo de cercar a Rusia y hacerla caer.
Por Diego Fusaro.
Diego Fusaro (Turín, 1983) enseña Historia de la Filosofía en Milán, en el Instituto de Altos Estudios Estratégicos y Políticos (Iassp), donde también es director del departamento de Filosofía Política. Es un atento estudioso de la historia del marxismo y del idealismo alemán e italiano, así como un intérprete contracorriente del presente. Se considera un estudioso independiente de Hegel y Marx. Colabora habitualmente con «Il Fatto Quotidiano» y «Il Giornale d’Italia». Es el creador del proyecto filosófico online «La filosofía y sus héroes»,
Sábado 23 de agosto de 2024.
IL Giornale D’Italia.