Prisionero 9 meses obispo católico, a pesar de Pacto secreto del Vaticano con China

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* Fieles de la diócesis de Xinxiang: “Está detenido en un lugar desconocido, ilegalmente”.
* Detenido el pasado mes de mayo tras una operación de cáncer.
* Según la ley china, la detención sin cargos de una persona no puede durar más de tres meses.
* Según muchos, el acuerdo provisional entre China y la Santa Sede parece «traicionado». 

 

 

“Hoy 21 de febrero nuestro obispo está detenido ilegalmente en un lugar desconocido desde hace nueve meses”. Un fiel cuenta a AsiaNews su amargura por la suerte de Mons. Joseph Zhang Weizhu, obispo de Xinxiang (Henan). El obispo desapareció en manos de la policía el 21 de mayo de 2021 y acababa de regresar del hospital para una operación de cáncer. Junto a él fueron detenidos 10 sacerdotes y 10 seminaristas. Su arresto tuvo lugar en una gran operación policial en la que participaron 100 agentes de Cangzhou, Hejian y Shaheqiao.

Los seminaristas regresaron a sus hogares después de unos días y tienen prohibido continuar sus estudios de teología. Incluso los sacerdotes, después de algunas «sesiones políticas» para inculcarles la «libertad religiosa» de la que pueden disfrutar a condición de someterse al Partido Comunista Chino, han regresado a sus hogares. El obispo, en cambio, sigue detenido «ilegalmente».

Según la ley china, el aislamiento y encarcelamiento de una persona sin cargos no puede durar más de tres meses. En cambio, el obispo permaneció durante nueve meses en un lugar desconocido para los fieles e incluso para los familiares, y sin que surgiera ninguna acusación precisa. A diferencia de lo que sucede en otros casos similares, durante el Año Nuevo chino al obispo no se le permitió regresar con su familia ni por un día. En todo este período la policía permitió que sólo dos personas visitaran al prelado, pero sólo por unos minutos y en presencia de policías.

Monseñor Zhang, de 63 años, es obispo de Xinxiang desde 1991. Sin embargo, está reconocido por la Santa Sede, pero no por el gobierno chino, y eso lo convierte en un «criminal».

En China, de acuerdo con las Nuevas Regulaciones sobre Actividades Religiosas , las funciones y las escuelas (incluidas las escuelas de teología) están permitidas solo en lugares registrados y controlados por el gobierno; el personal religioso sólo puede ejercer sus funciones si se adhiere a la Iglesia «independiente» (de la Santa Sede) y se somete al Partido.

La detención de Mons. Zhang -al igual que muchas otras personalidades religiosas y no religiosas- ensombrece el énfasis en la amistad proclamado durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, que finalizaron ayer. El lema de los Juegos fue “Juntos por un futuro compartido”.

Según muchos observadores internacionales, China no quiere un futuro compartido, sino de “sumisión a su poder”.

Desde este punto de vista, incluso el acuerdo provisional entre China y la Santa Sede aparece según muchos como «traicionado». La persecución contra los católicos -sobre todo no oficiales- se incrementó justo después del Acuerdo, que no fue respetado en sus términos. De hecho, sólo se refería al nombramiento de nuevos obispos, y tenía como premisa que el resto de la situación de la Iglesia -incluso la «clandestina»- quedaría en espera, a la espera de abordar los problemas con el diálogo entre las dos partes.

En cambio, en los últimos años, las fuerzas policiales han puesto a obispos bajo arresto domiciliario, impuesto multas muy altas a los fieles, expulsado a párrocos de iglesias, arrestado a sacerdotes y seminaristas.

En Henan la persecución es aún más severa dado que los cristianos son alrededor del 4% de la población, un porcentaje más alto que en el resto del país. La diócesis de Xinxiang tiene 100.000 fieles.

 

ASIANEWS.

21 de febrero de 2022.

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