El Proceso Electoral 2024 será reconocido como el más grande de México, y el Instituto Nacional Electoral es el encargado de organizar las actividades del proceso electoral en el cual se elegirá al presidente o presidenta de la República Mexicana, Senadores de la República y a la Cámara de Diputados. El INE, en coordinación con los organismos públicos locales, desarrollará las actividades de dichas elecciones. La mesa está puesta, salgamos a ejercer nuestro voto, que nadie se quede sin realizarlo.
México se encuentra en vísperas del proceso electoral más grande de la historia, más de 98 millones de mexicanos estamos llamados a participar, las urnas nos esperan este domingo 2 de junio. La moneda está en el aire. Esperamos que este proceso se dé en calma, armonía y cordialidad. Es una jornada de reflexión, análisis y decisión. Condeno la violencia que puede darse, por ello, extrememos precauciones, salgamos a votar antes del mediodía y pidamos a Dios que todo se dé bien para el progreso de México.
La historia muestra que pareciera que estamos volviendo atrás; regímenes que se consideraban superados resurgen desde las “tinieblas”, penetrando en nuestro país diversas ideologías que crean una forma de egoísmo y enfrentamiento de unos con otros, disfrazados de una supuesta defensa de los intereses nacionales. Como dice el papa Francisco, “cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas, y llevarlas a metas más altas”. ¿Qué tipo de nación deseamos? El bien común, la justicia, la solidaridad y el bienestar han de ser conquistados en cada momento; éste es un momento importante en el cual elegirás al presidente o presidenta de la República y demás funcionarios que dirigirán la nación, razona tu voto y ejércelo con toda libertad.
No hay que olvidar las lecciones de la historia, la razón supone el encuentro con la realidad; todo se diluye, incluso se altera. Esto permite que la realidad se nuble y nos deslumbremos, pensando que todo va bien en la actualidad y que debemos ser objetivos y reflexivos con respecto de hacia dónde vamos como país y desde ahí ejercer nuestro voto de forma responsable.
Ante esto propongo la esperanza que está intrínsecamente enraizada en tu ser, ese anhelo que nos dice que todo saldrá bien. Además, solo vamos de paso en esta vida terrenal, la mirada deberá estar puesta en lo alto, más allá de este proceso electoral o de la circunstancia que se puede estar viviendo. Lo importante es ser partícipes de esta historia, caminemos hacia la libertad del alma que nos dice actúa con mesura, amor y mansedumbre.
En efecto, cada día es comenzar de nuevo, una nueva oportunidad. No tenemos que esperar a que quienes gobiernen solucionen nuestros problemas, eso sería infantil. Somos responsables y corresponsables de los destinos de nuestro pueblo, seamos parte activa en la construcción de un país mejor, manifestando el respeto y la solidaridad a la hora de votar. Al final “todos somos hermanos”, hijos de una misma tierra. Cada corazón crea vínculos y estamos hechos para el amor; no puedo reducir mi relación a un solo círculo, es necesario abrirme a todos, pues yo no vivo solo, me relaciono con cualquiera al transitar por mi camino, por ello, este ejercicio electoral es solo un ejercicio civil, el amor debe ser auténtico con todos. A la hora de votar ¡el sentido de responsabilidad, la libertad y la justicia estarán encauzados hacia el bien mayor que es el amor a México!