Tres variables importantes que validan la falta de deseo de la gente (nosotros) a querer cambiar:
- la comodidad,
- la ausencia de experienciaa personales
- y la falta de comparación con otros, con los demás,
En conjunto, estas tres variables conforman en cada uno de nosotros un sistema de creencias a partir de las cuales hacemos caer la responsabilidad de mejorar, de cambiar, en los otros, en los demás, como si fuera únicamente externa.
Las causas son las siguientes:
- Lo primera es la conveniencia .
La gente se encajona, se acostumbre a un modo de ser, no quiere enfrentar la incomodidad de ser catapultados fuera de la puerta de su mente.
- La segunda es la falta de experiencias y comparación con otros .
Algunos de nosotros vivimos ancladas en nuestro propio mundo y no queremos abrirnos a mundos alternativos; No estmos dispuestos a aceptar nada porque estamos cómodos exactamente donde estamos.
- El tercer factor, que intensifica los dos anteriores, es un sistema de creencias según el cual la responsabilidad siempre recae fuera, en los otros, en los demás . Es decir, lo externo «es responsable» de mi estado interno.
Este sistema de creencias nos impide comprender todo lo que está “ahí afuera”.
Estos elementos caracterizan a las personas hiperresistentes al cambio; Personas que siempre se juzgan a sí mismas como correctas y culpan al mundo exterior por estar equivocado y ser malo. Esto se debe a que el sistema de creencias siempre apoya las deficiencias existentes, siempre justifica las limitaciones y, por lo tanto, enjaula el deseo de cambio.
La pregunta que escucho a menudo es: “¿Qué se puede hacer para ayudar a personas como esta?”
La respuesta es muy sencilla:
Nada. No hay espíritu de Cruz Roja. Solo necesitamos aprender a dejar ir a quienes insisten en su forma de ser. La responsabilidad por la vida de los demás no es nuestra y no la asumimos. Cada uno vive su propia vida y, añado, no vinimos al mundo para mejorar a los demás. Nuestro objetivo es mejorarnos a nosotros mismos.
Solo así podemos ser un estímulo para los demás, sin caer en el círculo vicioso que refuerza el sistema de creencias limitantes de ciertas personas».
Por Valentina Villano.
KORAZYM.
