En la región nororiental siria de Jazira, se multiplican los casos de confiscaciones y expropiaciones ilegales sufridas por propietarios cristianos, denunciados sobre todo por ciudadanos obligados a abandonar sus hogares y emigrar durante los años del reciente conflicto que ha Siria desgarrada.
Así lo informaron fuentes vinculadas a la Organización Democrática Asiria-ADO, un grupo político histórico liderado por cristianos locales. Al denunciar el fenómeno, los militantes de ADO confirman que las expropiaciones de bienes inmuebles robados ilegalmente a propietarios cristianos tienen lugar en áreas urbanas y rurales controladas no por el aparato del gobierno sirio o por grupos residuales de oposición de la galaxia islamista, sino sujetas al poder de la llamada Administración Autónoma del Nordeste.
Los casos de expropiación y venta fraudulenta de bienes pertenecientes a ciudadanos cristianos -informa la Agencia AINA- se registraron en los núcleos urbanos de Qamishli, Hassakè, Derek y Tal Tamr. La Agencia también se refiere a la complicidad de personas influyentes de la Administración Autonómica que han garantizado hasta el momento el encubrimiento de las denuncias de expropiación fraudulenta presentadas ante las instituciones judiciales locales.
La administración autónoma del noreste sirio está efectivamente dirigida por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), una alianza de fuerzas y milicias dirigidas por kurdos formada durante los años del conflicto sirio. La Administración Autónoma cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, y en sus declaraciones programáticas afirma su intención de establecer un gobierno federalista, laico y democrático en la región.
La Organización Democrática Asiria (ADO), nacida en Siria en 1957, tiene como objetivo declarado la salvaguardia de las demandas identitarias de las poblaciones asiria, siríaca y caldea de la zona, que comparten la fe cristiana y reivindican también un vínculo de continuidad con los pueblos y civilizaciones presentes en Mesopotamia antes de las conquistas árabe-islámicas. Desde el comienzo del conflicto sirio, la ADO se había puesto del lado de la oposición, a pesar de que se ha quejado repetidamente de ser objeto de marginación y exclusión selectiva dentro de la galaxia de siglas y facciones anti-Assad.
La región del noreste de Siria, rebautizada como Rojava por los autonomistas, sigue siendo objeto de fuertes incursiones por parte del ejército turco. El gobierno de Ankara no tolera ver crecer una entidad autónoma de hecho controlada por las fuerzas políticas kurdas y las milicias en las zonas sirias cercanas a sus fronteras. Las operaciones militares turcas en los últimos meses también han golpeado pueblos y aldeas en el valle de Khabur, tradicionalmente habitado por cristianos.
GV.
Qamishli, Siria.
Agencia Fides,