* En continuas entrevistas, el Papa Francisco defiende vigorosamente la Declaración sobre las bendiciones de las parejas homosexuales, y trata de apoyar una narrativa falsa para enturbiar las aguas.
Quienes protestan contra Fiducia Supplicans (FS) que promueve expresamente la bendición a «parejas» homosexuales, «pertenecen a pequeños grupos ideológicos«, es lo que dijo el Papa Francisco en una nueva entrevista, esta vez con La Stampa , publicada el 29 de enero. Unos días antes, en el programa de televisión Che tempo che fa , invitado de Fabio Fazio, había dicho en cambio que quien no acepta la FS es que «no la conoce«.
Vale la pena retomar la discusión sobre este tema precisamente por la forma en que el Papa interviene continuamente en defensa de la controvertida Declaración emitida el pasado 18 de diciembre por el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe Víctor Manuel «Tucho» Fernández. No sólo intervenciones, sino también la «promoción» de Fernández, ahora como miembro del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos, presidido por el cardenal Kurt Koch: una señal elocuente.
Como se sabe, estamos hablando de la bendición de las «parejas homosexuales e irregulares». ¿Y por qué vale la pena volver? Porque a pesar del clamor internacional, el Papa no retrocede – como muchos han pedido – sino que intenta mezclar las cartas apoyando un relato claramente falso e insultando a supuestos enemigos definiéndolos como cristianos de corazón cerrado, no verdaderos, que quieren dividir a la Iglesia. Es triste ver que un Papa utiliza la palabra para avanzar en su agenda, pero hay que tomar nota de ello, y también reconocer que no es la primera vez que lo hace. Entonces es bueno aclarar nuevamente los términos de la pregunta.
1.- El cardenal Gerard L. Müller ya respondió muy claramente a la acusación lanzada por el Papa, es decir, que la Declaración es criticada porque no se conoce , hablando estos últimos días en el programa World Over de Raymond Arroyo en EWTN :
«Nadie puede decir que los obispos y cardenales no entienden la FS. Todos hemos estudiado teología y podemos entender un texto de veinte páginas.»
Y luego una crítica al cardenal Fernández y sus libros duros :
«Estudiamos teología y no ginecología, no conocemos todos los detalles como los demás, pero lo que hace falta es conocer las Escrituras, la Tradición y la doctrina de la Iglesia. «
2.- Y de hecho es el Papa quien parece ignorar el contenido de FS.
A la prensa quiso subrayar una vez más «que no es la unión la que está bendecida, sino el pueblo», pero no es eso lo que está escrito en la Declaración. Ya en las líneas introductorias, el cardenal Fernández afirma al final de un largo discurso que «se puede comprender la posibilidad de bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo«. Y en ninguna parte del extenso documento hay ninguna referencia a las bendiciones de los individuos incluso si vienen como pareja.
Sin embargo, a este respecto hay otra sutileza que tiende a dar una imagen distorsionada de la Iglesia: el Papa sugiere de hecho que hasta hoy la bendición ha sido negada a ciertas categorías de personas y que los oponentes de FS quieren continuar reservar las bendiciones a un pequeño grupo de elegidos: «Todos somos pecadores – dijo el Papa a la prensa -: ¿por qué entonces elaborar una lista de pecadores que pueden entrar en la Iglesia y una lista de pecadores que no pueden permanecer en la Iglesia? Éste no es el evangelio.» Sí, pero ¿quién intentó alguna vez hacer listas de pecadores? Más bien, son el Papa y Fernández quienes lo hacen, creando un grupo de «pecadores de élite», dado que el famoso «Todos, todos, todos» se invoca exclusivamente para los homotransexuales y los divorciados vueltos a casar.
En realidad, esta es una manera inteligente de mover la discusión, porque incluso el Papa sabe que las personas siempre han sido bendecidas independientemente de su posición personal, esto también sucede al final de cada Santa Misa para todos los presentes.
Y, por tanto, un documento que reafirmara lo que la Iglesia ha hecho siempre sería absolutamente inútil, del mismo modo que una rebelión de tan gran alcance sería incomprensible si no hubiera una innovación disruptiva.
En este sentido, en la entrevista con La Stampa el Papa reescribe lo que sucede en la Iglesia , para su propio uso y consumo: aparte de los africanos que «son un caso especial», «quienes protestan con vehemencia pertenecen a pequeños grupos ideológicos» , él dijo. Con el debido respeto, es exactamente lo contrario: quienes pertenecen a pequeños grupos ideológicos son quienes intentan subvertir la doctrina de la Iglesia sobre el tema de la sexualidad, como ya lo había descrito el cardenal Ratzinger precisamente en 1986. Y estos grupos, digamos incluso que este lobby encontró un gran patrocinador en el Papa Francisco, como lo demuestra la historia del New Ways Ministry y de la hermana Jeannine Gramick ( aquí y aquí ), algo que sólo una persona ciega puede no ver.
En cambio, la oposición a la FS es decididamente amplia, especialmente en el Sur del mundo (casualmente esos suburbios tan exaltados en este pontificado), pero también en Occidente y en la Curia Romana.
África, sin embargo, merece un debate aparte , porque para el Papa Francisco es la única realidad a la que tendría motivos para oponerse: «Para los africanos – afirmó – la homosexualidad es algo «malo» desde el punto de vista cultural, no lo toleran. Pero en general, confío en que poco a poco todos se tranquilicen con el espíritu de la Declaración Fiducia Supplicans (…): pretende incluir, no dividir.»
Discutiremos por separado la gravedad de estas palabras reservadas a los africanos, que denotan también una cierta visión racista, pero vale la pena subrayar un punto: al estigmatizar la cultura africana para la cual la homosexualidad es algo «malo», el Papa Francisco pretende afirmar que es más bien algo «bueno», lo cual es contrario de lo que afirma el Catecismo de la Iglesia Católica.
Por tanto, parece claro -si alguien todavía tenía dudas- que la Fiducia Supplicans tiene como fuente la falsa creencia de que la homosexualidad es una variante normal de la sexualidad; y tiene como objetivo llevar a toda la Iglesia a aceptar esta visión de manera «pastoral».
Por lo tanto, es deseable que un número cada vez mayor de obispos y cardenales tomen conciencia de la gravedad de esta situación y trabajen para detenerla.
Miércoles 31 de enero de 2024.
Ciudad del Vaticano.
lanuovabq.
