Padres luchan por recuperar a su hija adolescente que el Estado les arrebató tras negarse a permitir el «cambio de sexo»

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* Una familia suiza está luchando contra el Estado para recuperar la custodia de su hija, confiscada después de que se opusieran a que recibiera bloqueadores de la pubertad que, según ellos, dañan permanentemente su salud.

 Unos padres suizos, que han optado por permanecer en el anonimato para preservar la privacidad de su familia, están luchando desesperadamente por salvar a su hija. Su hija, que entonces tenía 15 años, fue apartada del hogar familiar hace 19 meses después de que se opusieran a administrarle bloqueadores de la pubertad y ayudar a su hija a facilitar un supuesto «cambio de sexo».

Los bloqueadores de la pubertad con frecuencia causan daños permanentes e irreversibles, como osteoporosis, problemas de columna, mayor riesgo de problemas cardíacos, disfunción sexual e infertilidad permanente. 

A pesar de esa realidad –y del hecho de que muchas instituciones médicas europeas, incluido el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, ahora consideran que los bloqueadores de la pubertad son experimentales en el mejor de los casos y peligrosos en el peor–, un tribunal suizo ordenó que los servicios sociales separaran a la joven adolescente, que ahora tiene 16 años, de sus padres “transfóbicos” y la colocaran en un hogar comunitario llamado “el foyer”. Ya lleva allí más de un año mientras sus padres se arriesgan a ser encarcelados para recuperarla. 

Los padres describieron recientemente su calvario  en un extenso informe a Fox News . “No se trata de una cuestión de derechos humanos”, dijo el padre a Fox News. “Se trata de realizar experimentos médicos con niños”. Los padres califican de pesadilla su lucha contra una serie de instituciones poderosas –el sistema escolar, el sistema médico, los servicios sociales y los tribunales–, y dicen que se sienten “marginados”, “impotentes” y que sus vidas parecen una “dimensión desconocida”. 

Según el padre, cuando su hija les dijo en 2021 que se identificaba como un chico, “fue una absoluta sorpresa. Tenía 13 años en ese momento y nunca antes había demostrado ninguna inclinación hacia la masculinidad ni ninguna proclividad hacia el comportamiento masculino, nunca”.  

Como tantos padres, decidieron buscar ayuda médica profesional, sin saber que muchas instituciones de salud habían sido capturadas por activistas trans.

El padre siempre había sido cercano a su hija, y la pandemia, con el cierre de las escuelas y, en consecuencia, el tiempo que pasaban en línea, había sido difícil para toda la familia. “Le dijimos a nuestra hija: ‘Bueno, esto es una sorpresa, pero te escucharemos y buscaremos asesoramiento médico’”, le dijo el padre a Fox. “Todos aprenderemos juntos y tomaremos decisiones juntos”. Sin embargo, el consejo que recibieron puso a su familia en una trayectoria trágica. Según Fox: 

Por recomendación del pediatra de su hija, llevaron a su hija al hospital público de niños de Ginebra, donde le mostraron un “unicornio de género” [ya hablé del “unicornio de género”  aquí ] y le pidieron que se identificara con varios aspectos de la imagen, tras lo cual se determinó que “probablemente estaba experimentando disforia de género”. El director de la sala se reunió entonces con los padres y les explicó que el hospital estaba realizando una “investigación rigurosa” en torno a la cuestión de la identidad de género y que su hija recibiría una “evaluación exhaustiva y seria”.

A la familia le dijeron que su función era “apoyar [a su hija] en su identidad”, lo que incluía ayudarla a “hacer la transición social”, lo que implicaba ayudarla a “presentarse como hombre” facilitándole un corte de pelo corto y comprándole fajas para el pecho, que aplanarían su pecho para disimular su feminidad. Los padres estuvieron de acuerdo y continuaron consultando con el psiquiatra del hospital.  

Varios meses después, les dijeron que el siguiente paso para su hija eran los bloqueadores de la pubertad, que empezarían a facilitar cambios físicos importantes en su hija. Ante eso, los padres se mostraron reacios. 

No estamos en la etapa en la que le vamos a dar ningún medicamento a nuestra hija”, respondió el padre, quien le dijo a Fox:

Vimos de primera mano en nuestra interacción con el hospital que no se estaba realizando una evaluación médica seria. Simplemente fue: ‘Bueno, su hija ha señalado estos elementos en el unicornio de género y, por lo tanto, es un niño porque ella lo dice‘”.

La familia contrató a un psiquiatra privado para una segunda opinión, pero en contra de los deseos de los padres, la escuela privada a la que asistía su hija comenzó a facilitar una “transición social”, a tratarla como un hombre e incluso a “conectarla con una organización de defensa de los transgénero”.  

Un psiquiatra escolar llamó al Servicio Suizo de Protección Infantil y les informó que la niña necesitaba “protección de sus padres ‘transfóbicos’” debido a su continua objeción a los bloqueadores de la pubertad. 

Según el padre: 

La escuela facilitaba reuniones entre nuestra hija y [el grupo de activistas trans] y nuestra hija y [los servicios para la infancia] no solo sin nuestro conocimiento, sino de manera fraudulenta, porque marcaban su formulario de ausencia como si estuviera haciendo actividades escolares. Más tarde descubrimos que no era así. Estaba fuera de la escuela reuniéndose con [los activistas trans] y [los servicios para la infancia].

Los servicios de protección de menores obtuvieron una orden judicial que les permitía sacarla de la casa de sus padres por “problemas de salud física y mental”. Las autoridades suizas se negaron a hacer comentarios a Fox News, mientras que el padre dijo a Fox que nunca se especificó el tipo específico de abuso que supuestamente habían perpetrado. 

Los padres están intentando desesperadamente cualquier vía legal posible para recuperar a su hija, y el caso ha comenzado a atraer la atención internacional. “Quiero que vuelva a casa para que podamos ayudarla a recuperar su salud”, dijo el padre a Fox News. “Por su propio bienestar y el de toda su familia”. 

Esta familia suiza no es la única. En todas las jurisdicciones donde se aplica la ideología de género, el Estado acaba separando a los niños de sus padres, en Canadá, Estados Unidos y otros lugares. 

Por JONATHON VAN MAREN.

1 DE OCTUBRE DE 2024.

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