El Papa Francisco ha criticado repetidamente el Camino Sinodal alemán. Sin embargo, cuando se trata de personalidades, actúa como si no quisiera tener mucho que ver con sus propias críticas. Tanto es así que acababa de instalar un nuevo obispo en la diócesis de Osnabrück: el monje benedictino Dominicus Meier, quien apoya toda la agenda del reformista Camino Sinodal, calificado como herético.
Hasta el año pasado Osnabrück estaba gobernada por el obispo. Franz-Josef Bode, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alemana durante mucho tiempo. Bode era un progresista declarado, partidario de todos los cambios propios de este movimiento. Cuando dejó la diócesis, dejó un «regalo» especial: introdujo la intercomunión oficial con los protestantes.
La diócesis permaneció sin pastor durante un año; ahora se ha anunciado el nombramiento del monje benedictino Dominicus Meier. El dominico no se diferencia de su predecesor a la hora de valorar las reformas progresistas. Como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Paderborn, Meier participó en los trabajos del Camino Sinodal: votó siempre «sí», apoyando todas sus demandas: el reconocimiento de que hay más de dos géneros; bendiciones para las parejas LGBT; ordenación de mujeres; cambios en el celibato, etc.
Resulta que el Vaticano puede formular varias reservas hacia el Camino Sinodal; o incluso bloquear algunas de sus decisiones. Sin embargo, cuando se trata de personas, la política de colocar a los progresistas en puestos de liderazgo es férrea. Y esto es crucial para el futuro.
BERLIN, ALEMANIA.
MIÉRCOLES 29 DE MAYO DE 2024.
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