La Fiscalía Provincial de Puno (Perú) investiga un caso de presunta venta y uso indebido de bienes de la Iglesia en beneficio personal del investigado.
El caso se refiere a Alex Aníbal Cano Arce, un laico que es canciller y portavoz de la diócesis de Puno e incluso canónigo [laico] de la catedral. El obispo de Puno es monseñor Jorge Carrión Pavlich, de 74 años.
Se presume que Aníbal Cano estuvo involucrado en la venta de objetos religiosos pertenecientes a la Iglesia, como pinturas originales cusqueñas, cálices, copones, ornamentos de oro y plata, entre otros objetos de valor.
Estas ventas dieron lugar a grandes beneficios.
Cano Arce también está acusado de haber vendido terrenos de la Iglesia, obteniendo así una gran ganancia financiera.
El caso es tanto más sorprendente, cuanto que el mismo ‘canónigo’, canciller y vocero eclesial Cano Arce…es también un policía en activo que ha trabajado como agente de inteligencia y seguridad.
El Estado peruano concede a la Iglesia católica peruana indemnizaciones por la expropiación de propiedades religiosas en el pasado, que se utilizan para pagar los escasos salarios del clero.
Cano Arce está incluido en la lista de empleados de la diócesis de Puno, lo que significa que recibe dos sueldos diferentes del Estado peruano, lo que está prohibido por la ley.
Por esta razón, Cano Arce también está siendo investigado por malversación fraudulenta.
Hasta la fecha, el obispo Jorge Carrión Pavlich no ha dado ninguna explicación sobre estas acusaciones, ni ha tomado ninguna medida contra la persona investigada, a pesar de que el propio obispo fue citado a comparecer ante el Ministerio Público el 4 de diciembre para declarar sobre sus vínculos con Cano Arce.
Mientras Monseñor Carrión Pavlich no hace nada, InfoVaticana recuerda que hace unos meses se aceptó la renuncia del Arzobispo de Piura, José Antonio Eguren Anselmi, por acusaciones de presunto tráfico de tierras que ni siquiera llegaron a formalizarse ante la justicia peruana.
Monseñor Eguren también fue expulsado posteriormente del Sodalicio por Francisco.
Si la Santa Sede no toma medidas claras en este caso, entonces el doble rasero de Francisco en este tipo de casos es evidente.
LIMA, PERÚ.
LUNES 2 DE DICIEMBRE DE 2024.
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