Con la finalidad de que se preparen para un posible regreso a las celebraciones de misa dominical en la última semana de septiembre, el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, invitó a los sacerdotes para que se organicen para establecer la forma en cómo retornarán. Aunque esta fecha no es definitiva, porque se tiene que seguir observando el comportamiento de la epidemia.
De acuerdo al órgano informativo de la Diócesis de Orizaba, “Buena Noticia”, el prelado se reunió con los presbíteros, aquí explicó sobre un posible regreso, el cual deberá ser controlado, ordenado y sobre todo responsable, siendo una posible fecha a finales de septiembre.
Y también les indicó que en dado caso que el comportamiento de la epidemia de COVID-19 marque el color rojo, el retorno queda pospuesto pero si marca amarillo entonces posiblemente la última semana de septiembre se comenzarían a efectuar las celebraciones dominicales pero sólo con el 25 por ciento de la capacidad que tiene cada templo.
El prelado les pidió responsabilidad a cada sacerdote, párroco o rector de los templos de organizar las estructuras formativas, que permitan a los laicos la asistencia a las celebraciones, protegiendo a las personas adultas y vulnerables, a este último sector el llamado es para que continúen participando de las celebraciones dominicales vía digital.
El Obispo reiteró a los presbíteros que solamente si las condiciones sanitarias lo permiten, se podrán efectuar las celebraciones dominicales y con los requisitos que la misma Diócesis ha pedido, en tanto de las actividades de la semana después de que se hubiera retornado, cada párroco o rector definirá dependiendo de la realidad de su comunidad.
Sobre los sacramentos como: bautizo, confirmación y primera comunión o boda todavía no se realizarán, enfatizó el Obispo.
Con información de Al Calor Político/Lissette Hernández