* Juan Pablo II publicó – hace 32 años – el 1 de mayo de 1991 su novena Encíclica: «Centesimus Annus».
* Con este documento aún muy actual, el Papa Wojtyla quiso conmemorar el centenario de la famosa Encíclica «Rerum Novarum» de León XIII (15 de mayo de 1891).
El «Centesimus Annus», mañana 1 de mayo, celebra así su trigésimo segundo aniversario.
El Papa Francisco hoy, en su discurso al mundo de la cultura y la ciencia en la Facultad de Informática y Ciencias Biónicas de la Universidad Católica ‘Péter Pázmány’, en Budapest, Francisco se centró en la cuestión ‘comunismo-consumismo’ [y no en la contraposición Comunismo-Capitalismo] en el contexto de la paso de muchos Países, entonces bajo la órbita de la URSS, de sistemas de economía planificada (socialismo real) a economías de mercado (capitalismo liberal).
Sin embargo, el Papa de hoy no propuso ninguna cita del «Centesimus Annus» que hace ya 32 años enfocó -con mucha anticipación- la gran mayoría de los desafíos sociales que el Papa Bergoglio ha subrayado en los últimos diez años.
Hubiera sido una ocasión importante para reflexionar también sobre las advertencias de la Iglesia ante tantas situaciones actuales en las que, a veces, intervenir «ya es demasiado tarde».
En el párrafo 57 del «Centesimus Annus» leemos por ejemplo:
“Hoy más que nunca la Iglesia es consciente de que su mensaje social encontrará credibilidad en el testimonio de las obras, antes que en su coherencia y lógica interna.
También de esta conciencia deriva su opción preferencial por los pobres, que nunca es excluyente ni discriminatoria hacia otros grupos.
De hecho, es una opción que no se aplica sólo a la pobreza material, sabiendo que, especialmente en la sociedad moderna, existen muchas formas de pobreza, no sólo económica, sino también cultural y religiosa.
El amor de la Iglesia por los pobres, que es decisivo y pertenece a su tradición constante, la impulsa a volverse hacia el mundo en el que, a pesar de los progresos técnicos y económicos, la pobreza amenaza con asumir formas gigantescas. En los países occidentales existe una pobreza multifacética de grupos marginados, de los ancianos y enfermos, de las víctimas del consumismo y, más aún, de los numerosos refugiados y emigrantes; en los países en desarrollo, crisis dramáticas se avecinan en el horizonte si no se toman a tiempo medidas coordinadas internacionalmente”.
Juan Pablo II.
Por LUIS BADILLA.
CIUDAD DEL VATICANO.
DOMINGO 30 DE ABRIL DE 2023.
