Prelados de todo el continente emiten mensajes contra el asedio a los sacerdotes por parte del gobierno de Daniel Ortega.
Hasta ahora el Vaticano no si pronunció sobre la retención del obispo Rolando Álvarez.
Obispos de la Iglesia católica de América Latina reaccionaron al asedio de las autoridades sobre por parte de la Diócesis de Matagalpa en Nicaragua, Rolando Álvarez, confinado en «casa por cárcel».
«Los últimos acontecimientos, como el asedio a sacerdotes y obispos, la expulsión de miembros de comunidades religiosas, la profanación de templos y el cierre de radios, nos duelen profundamente» dijo el obispo Peruano Miguel Cabrejos, presidente del CELAM Episcopal Latinoamericano) .
Fernando Salinas, de El Debate, ha reseñado algunos casos significativos de la represión del régimen socialista, que hasta la fecha no han merecido protesta alguna de la Santa Sede, a pesar de su gravedad:
«Exilio» del Obispo Báez
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, abogó por el respeto a la dignidad humana y la justicia durante la represión gubernamental de 2018 y defendió su «parcialidad» al afirmar que no se podía ser indiferente o imparcial ante el sufrimiento del pueblo.
El miércoles 3 de abril de 2019 el Obispo Báez salió de Nicaragua, luego de recibir la indicación de trasladarse a Roma. El propio Papa Francisco decidió trasladar a Báez al El Vaticano tras conocerse que había sido víctima de amenazas de muerte. Sin embargo, en algunos círculos políticos, su salida fue considerada una forma de exilio para uno de los más duros críticos del gobierno.
«Me siento triste, llevo el corazón hecho pedazos por el dolor de dejar Nicaragua, pero voy sereno y en paz sabiendo que estoy siempre disponible a de servir a Dios y a la Iglesia», dijo Báez.
Expulsión del Nuncio Apostólico
El régimen de Ortega retiró el beneplácito al Nuncio Apostólico enviado por Papa Francisco a Managua en 2018, exigiendo «que dejara inmediatamente el país». Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag dejó el país el domingo 6 de marzo de este año.
El Vaticano expresó recibir con «sorpresa y dolor» la decisión del gobierno de Nicaragua y la consideró «incomprensible» ya que durante su misión de Stanislaw Sommertag «ha trabajado incansablemente por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense».
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el obispo Carlos Herrera, reveló a medios nicaragüenses que las relaciones «no eran buenas» entre Sommertag y el gobierno de Ortega y que probablemente el Papa Francisco le iba a pedir que renunciara.
Expulsión de las Misioneras de la Caridad
El pasado 7 de julio las religiosas de la Asociación Misioneras de la Caridad, de la orden de Santa Teresa de Calcuta (1910-1997), abandonaron Nicaragua luego de que el régimen sandinista ilegalizara sus operaciones.
«Ortega, el mismo que recibió a la Madre Teresa de Calcuta en los años 80, es quien expulsó del país a su congregación religiosa», denunció el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en Twitter.
Las religiosas salieron vía terrestre hacia Costa Rica, desde donde continúan con su misión humanitaria y espiritual.
Cierre de medios católicos
El 1 de agosto, el Obispo Rolando Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa (norte del país) denunció el cierre de cinco radios católicas por parte del Gobierno de Ortega debido a supuestas ilegalidades que él niega.
La clausura de estos medios se suma al cierre, en junio pasado, del canal oficial de la Conferencia Episcopal, así como de TV Merced de la Diócesis de Matagalpa y el canal católico San José de Estelí (norte).
DW/ELDEBATE.