* Nueva ley en el estado de Washington requiere que los sacerdotes denuncien los casos de abuso sexual de los que se enteren en el confesionario. Los obispos católicos responden con una demanda, defendiendo la libertad religiosa y la inviolabilidad del secreto de confesión
El pasado 2 de mayo, el gobernador del estado de Washington, Bob Ferguson, firmó una ley que, a partir del 27 de julio, requiere que los clérigos denuncien sospechas de abuso infantil, incluidos aquellos que conocieron solo durante la confesión sacramental. El incumplimiento se castiga con hasta un año de prisión y una multa de 5.000 dólares.
La ley niega claramente a los sacerdotes el llamado «privilegio de confidencialidad» que protege las conversaciones de otros grupos profesionales, por ejemplo psicólogos o médicos.
Demanda en nombre de la libertad religiosa
La Arquidiócesis de Seattle y las diócesis de Spokane y Yakima presentaron la demanda ante un tribunal federal. Argumentan que la nueva ley viola el derecho constitucional a la libertad religiosa y el principio de igualdad ante la ley.
“Es difícil imaginar un ataque más descarado a la fe que el de los burócratas gubernamentales supervisando el sacramento de la confesión”, dijo Mark Rienzi, presidente y director ejecutivo de Becket, una firma de abogados de interés público sin fines de lucro dedicada a proteger la libre expresión de las tradiciones religiosas.
Declaraciones de los obispos
Según informó CNA, el obispo Thomas Daly de la Diócesis de Spokane declaró a principios de mayo que el clero no rompería el secreto de confesión, incluso si eso significara ir a prisión.
“Quiero asegurarles que sus pastores, obispos y sacerdotes, están comprometidos a mantener el secreto de la confesión, incluso hasta el punto de ir a prisión”, dijo el obispo Daly en un mensaje a los fieles.
Como enfatizó, el sacramento de la penitencia es sagrado y seguirá siéndolo en la Diócesis de Spokane. A su vez, el arzobispo Paul Etienne de Seattle recordó que el canon 983 del Código de Derecho Canónico prohíbe absolutamente revelar lo confesado en el sacramento de la penitencia, bajo pena de excomunión.
La administración Trump responde
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre el acto. El fiscal general adjunto Harmeet Dhillon lo calificó de «ataque legislativo a la Iglesia Católica y al sacramento de la penitencia», informa CNA.
La seguridad de los niños y la inviolabilidad del sacramento
Los obispos subrayan que la Iglesia católica en el estado de Washington lleva años aplicando normas de protección infantil mucho más estrictas que las exigidas por la normativa estatal. La información obtenida fuera del confesionario se comunica inmediatamente a los servicios correspondientes. Al mismo tiempo, según informó la Agencia Católica de Noticias, la Conferencia de Obispos Católicos del Estado de Washington aseguró a los fieles que la confesión sigue siendo «sagrada, segura, confidencial y protegida por la ley de la Iglesia».
WASHINGTON,DC.
VIERNES 30 DE MAYO DE 2025.