* A los diputados católico-demócratas les gustaría conciliar la fe y las batallas a favor del aborto.
Un hecho de gran interés ocurrió en Estados Unidos: los obispos corrigieron la posición a favor del aborto reclamada por un grupo de diputados católicos. La intervención episcopal permitió esclarecer algunos puntos fundamentales de la cuestión política sobre los católicos y el aborto: desde el papel de la conciencia a la tarea de los fieles laicos, hasta el sentido auténtico de la laicidad y la libertad religiosa. También ha escrito un nuevo capítulo importante en la relación entre los obispos estadounidenses y el Papa Francisco: en este punto, como se sabe, hubo y no hay convergencia entre los dos.
Con una declaración de principios redactada el pasado 24 de junio , primer aniversario del fallo de la Corte Suprema que revocó Roe vs. Wade sobre el derecho al aborto, en papel con membrete del Congreso, una treintena de diputados, entre ellos la actual líder del grupo Rosa L. DeLauro y la veterana Nancy Pelosi, han enumerado nuevamente las motivaciones que las empujan, como católicas, a luchar para promover el derecho al aborto.
Su argumentación se basa en cuatro puntos, todos consecuentes -según los firmantes- en los principios de la doctrina social de la Iglesia . El primer punto se refiere al deber de ayudar a los desfavorecidos y las mujeres que abortan entrarían en las categorías de pobres, discriminadas y víctimas del racismo. La segunda es que se debe dejar libre a una conciencia informada en las decisiones sobre el propio cuerpo, citando al Catecismo cuando dice que se debe obedecer siempre a la conciencia aun cuando se equivoque. El tercero es la separación entre la Iglesia y el Estado con la imposibilidad de imponer por ley la propia creencia religiosa a quienes no la comparten. El cuarto es la referencia incluso a Christifideles laicide Juan Pablo II según el cual la tarea de los laicos es sólo una de animación ética general.
La debilidad de estos argumentos es muy evidente . Yendo en orden:
1) las mujeres que abortan no siempre son víctimas de la injusticia social, mientras que los bebés abortados ciertamente lo son;
2) La ignorancia invencible del error de la propia conciencia que nos libera de la responsabilidad moral es muy difícil de probar;
3) El católico se opone a la regulación del aborto por razones religiosas pero también por razones (laicas) de la razón y por tanto no se trata de imponer la fe a nadie sino de llamar a todos a una verdad natural;
4) finalmente, en el paso temerario de usar la Christifideles laici es mejor correr un velo lastimoso.
Podría haber ido como otras veces, cada uno por sí mismo y Dios por todos . En cambio, el 28 de junio, el recién nombrado presidente de los obispos estadounidenses, Timothy Broglio, ex ordinario militar, junto con los obispos de Arlington (Virginia) y Brownsville (Texas), emitieron una declaración correctiva en nombre de todo el episcopado . La condena a la posición de los católicos demócratas es muy clara:
«Miembros del Congreso que recientemente han invocado las enseñanzas de la propia fe católica para justificar el aborto o apoyar un supuesto derecho al aborto tergiversan gravemente la fe. Es erróneo e inconsistente afirmar que quitar vidas humanas inocentes en su etapa más vulnerable puede ser consistente con los valores de apoyar la dignidad y el bienestar de los necesitados». Después de recordar la clara enseñanza del Catecismo (nn. 2270 y 2273), los obispos dicen que «el aborto viola este respeto a los niños no nacidos y trae sufrimientos indecibles a innumerables mujeres».
En cuanto a la conciencia, precisamente por la gran consideración que merece , «los hacedores de políticas deben apoyar la libertad de los católicos y otros para servir al bien común de acuerdo con sus convicciones en una amplia gama de áreas (…) Sin embargo, la conciencia no es un licencia para cometer el mal y quitar vidas inocentes. La conciencia no puede y no justifica el acto o apoyo del aborto. En efecto, la conciencia «debe ser informada e iluminado el juicio moral» por la Palabra de Dios en la fe y en la oración, y «guiada por la enseñanza autorizada de la Iglesia» [CIC 1783, 1785]. Además, la realidad de que los no nacidos son nuestros hermanos y hermanas vivos no es solo una cuestión de fe, sino que está atestiguada por la ciencia y la sana razón«.
Esta intervención es de considerable importancia .
Mientras tanto, está declaración formal de los obispos está dirigida a los católicos demócratas estadounidenses, pero también es válido para los de Europa y para todos los que se esconden detrás de esos argumentos. Por eso es también un estímulo para posiciones similares asumidas por otros episcopados. Además, la «declaración correctiva» confirma que, a pesar de los cambios en la cúpula de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos y a pesar de las acciones inquietantes de la Santa Sede y del mismo Francisco, la línea de la Iglesia americana sigue siendo una de protección de la ley natural.
Finalmente, indirectamente, la «declaración» vuelve a proponer la cuestión no resuelta del acercamiento a la comunión de los católicos a favor del aborto. Y también en este caso es la posición decididamente expuesta del Papa Francisco la que sufre daño.
SÁBADO 1 DE JULIO DE 2023.
CIUDAD DEL VATICANO.
LANUOVABQ.
