A través de un mensaje difundido el miércoles 24 de abril, la Conferencia del Episcopado Mexicano hace un llamado urgente a la paz y al rechazo de cualquier forma de violencia, acentuando este llamado sobre la violencia digital y de la narcocultura.
En el mensaje, los obispos señalan su profunda preocupación “ante la intensificación de la violencia y la oscuridad que amenaza nuestro caminar, reiteramos con mayor fuerza nuestro compromiso de trabajar incansablemente por la construcción de una sociedad más justa, fraterna y pacífica”.
Ante la reciente polémica y apología que desde la presidencia de México se ha hecho de la “santa muerte” como forma de la libertad religiosa, el mensaje de los obispos advierte que esas expresiones son fruto de la narcocultura como una forma de cuto distorsionado que daña “los valores fundamentales que nos han caracterizado como nación y erosionando el tejido social”.
La denuncia enérgica de los obispos es contra esta “glorificación de la violencia” llamando a la sociedad a rechazar estas prácticas destructivas. “Debemos optar por recuperar y restaurar al México que siempre ha sido conocido por expresar los valores de fe, familia, convivencia, tradiciones, gastronomía, poesía, pintura, arte y sitios maravillosos para compartir con el mundo”, señala el mensaje para que así México no sucumba ante a violencia.
También, ante la reforma a la Ley de Amparo por el que se eliminarían las suspensiones con efectos generales contra leyes para que los jueces ya no tengan facultades para impedir la aplicación de normas ante posibles violaciones de derechos humanos, los obispos afirman que tales modificaciones debilitarían el juicio de amparo como que atentaría contra los derechos fundamentales de la ciudadanía.
Recordando los 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque, los obispos señalan que sólo el Sagrado Corazón es guía y modelo para “construir en nuestra amada patria el Reino de Dios, donde prevalezcan la justicia, la paz y la fraternidad”, invitando a todos a la oración y acción, siendo instrumentos de reconciliación y esperanza en sus comunidades.
MENSAJE: UN URGENTE LLAMADO A LA PAZ Y AL RECHAZO DE LA VIOLENCIA