En víspera de su protesta, la Conferencia del Episcopado Mexicano envía mensaje a la titular del Poder Ejecutivo 2024-2030
“México tiene grandes retos que son oportunidad para crecer en participación y diálogo, superando la polarización, buscando la reconciliación hasta llegar a los acuerdos necesarios junto a todas las fuerzas políticas”, así es como los obispos de México, a través de un mensaje a la presidenta de México, tienden lazos y puentes de diálogo ante la complicada realidad heredada por la administración de López Obrador.
En el documento, suscrito por el Consejo de la Presidencia de la CEM, expresa la identidad de México y sus dones añadiendo, además que la asunción a la presidencia de una mujer implica “una gran sensibilidad y respeto impulsando todo aquello que redunde para el bien y el desarrollo social de todos los ciudadanos”.
Los obispos, también echando mano de su calidad de ciudadanos, señalan que el marco constitucional no puede ser violentado “por sectores sociales o políticos que pasen por encima del conjunto de la Nación. Estamos convencidos, con millones de mexicanos, que México está llamado a volver a vivir en un verdadero Estado de Derecho Democrático, constituido por una Federación de Estados autónomos, con equilibrio de poderes, que nos hace ser una República confiable para todos. Sin confianza no hay desarrollo, ni futuro estable”.
Señala además dos retos importantes que deben ser atendidos de forma prioritaria en la nueva administración: el mejoramiento del Sistema Educativo Nacional “tan descuidado recientemente por políticas públicas limitadas en los recursos y por la visión carente de un verdadero humanismo que forje el espíritu de la niñez y juventud mexicana para un mejor desarrollo en el presente y futuro”, en una clara referencia a uno de los propósitos del oficialismo, la Nueva Escuela Mexicana marcada por profundas ideologías que se escudan bajo el mote de humanismo mexicano.
“Desde el pensamiento humanista de la Iglesia, reconocemos la dignidad de toda persona como un principio inviolable y fundamento de todos los derechos humanos…”, señala el mensaje.
En referencia a la lacerante violencia y el imperio del crimen organizado, el mensaje echa en cara lo que se vive cotidianamente: “la realidad habla por sí misma y exige, de manera inmediata, políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos”. La urgencia, de acuerdo con los obispos, es conseguir la paz sociales mientras claman por el fin del poder de los cárteles del crimen: ¡Nunca más el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general!
El mensaje concluye reiterando la voluntad del Consejo de la presidencia de la CEM para “convivir con justicia y solidaridad para todos”, mientras que concluye implorando la intercesión de la Virgen de Guadalupe: “Dios la bendiga a usted, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México, y a todos los mexicanos”
El mensaje completo puede ser leído aquí
