El obispo de Pinerolo (Italia), Derio Olivero, presidió una Eucaristía de Epifanía ataviado con una casulla policromada que le hacía parecer un pato mandarín.
Un grupo de bailarinas, vestidas con unos pijamas, rebotaron por el suelo de la catedral en diversos movimientos sobredimensionados (fotos de abajo).
El obispo Olivero reconoció en su homilía que los fieles se escandalizaron por las bailarinas. Algunos llamarían a la Iglesia discoteca [mala] y dirían que la Iglesia ha perdido sus referencias [y su mente], dijo.
Monseñor Olivero llegó a la conclusión filosófica de que las reacciones ante un acontecimiento son diferentes porque «somos diferentes en la manera de pensar los ritos y las Eucaristías».
El obispo parece olvidar que cuando la liturgia se convierte en el resultado de lo que «pensamos sobre los ritos», deja de ser una liturgia y se convierte en una reunión secularizada de personas que han perdido la religión.
(Sin sanción alguna se permiten todo tipo de abusos en materia litúrgica, en tanto se impide la celebración de la Misa tradicional.)
LUNES 22 DE ENERO DE 2024.
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