Monseñor Pérez Pueyo, de Barbastro (España), famoso por su lucha contra el santuario del Opus Dei de Torreciudad, tiene varios frentes abiertos en su diócesis.
– No sólo el Opus Dei, sino también los padres claretianos y los sacerdotes del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) están cansados de sus excesos.
– Desde su nombramiento en Barbastro, Pérez Pueyo ha eliminado a quienes le critican.
– Pérez Pueyo tiene un carácter tosco y brusco y ha faltado constantemente al respeto a varios colaboradores. Se le ha oído gritar a voz en grito a varios de ellos.
– Ha mantenido violentas discusiones con el presidente de la Hermandad de Lourdes y con el delegado de Cáritas en Barbastro, que fue despedido hace menos de un mes.
– Pérez Pueyo cuenta con un grupo de mediocres que hacen su voluntad.
– Tiene una red de espías que tratan de mantenerle informado de lo que ocurre en la diócesis, sobre todo para vigilar las voces discrepantes con el fin de eliminarlas.
– El obispo ha destituido a personas valiosas que han trabajado en la diócesis durante muchos años para sustituirlas por sus peones.
– El concejal socialista de Monzón, Carlos Loncán, es el coordinador pastoral de la Casa de la Iglesia de Barbastro (el antiguo seminario), donde también se encarga de algunas tareas administrativas pagadas por la diócesis.
– Pérez Pueyo no da ningún paso sin consultar a la «obispa» de la diócesis, la «madre Teresita», que es abadesa de las clarisas de Monzón.
– Otro aspecto importante es la huida de sacerdotes de la diócesis de Barbastro.
– No hay vocaciones.
– La mitad del poco clero que queda procede de fuera de la diócesis y la otra mitad es muy mayor.
– Ya hay sacerdotes que dirigen más de veinte pueblos.
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