Después de la muerte de Hipólito Mora, creador de las autodefensas de Michoacán, y la ola de violencia en Tierra Caliente de Michoacán, el obispo de Apatzingán, Cristóbal Ascencio García, en la misa por el XIII domingo del tiempo ordinario, mostró su agradecimiento a los fieles por asistir a la celebración de la misa, “No tengan miedo ni se acobarden, no tengan miedo” exhorto el obispo introduciendo así a la reflexión de la Escritura dominical.
El obispo llamó la atención advirtiendo que en los tiempos actuales es importante mostrar la fe y tener actitudes prudentes “sin dejarnos llenar de miedo por la violencia que vivimos o por otras cosas”.
“Me lleno de tristeza por ver mi diócesis tan lacerada y mientras algunas autoridades dicen que todo está bien, los que vivimos aquí y un servidor sabemos que no está bien todo” arremetió el prelado sin dejar de lado que el sufrimiento del pueblo de Apatzingán está en la violencia que cotidianamente sufre.
Así, el obispo señaló al presidente de México cuando el sábado 1 de julio celebró los cinco años de su victoria electoral. “Él nos prometió que su principal objetivo era poner la paz en nuestro país. Yo digo, en lugar de haber celebrado festivamente allá en el Zócalo, ¿Por qué no celebrar un día de luto, de duelo nacional? No sólo por los fieles de mi diócesis que han perdido la vida, por tantos hermanos en México. Celebrar un día de duelo y reconocer que en nuestro país hay más violencia que hace cinco años.”.
Ascencio García llamó a las autoridades a reconsiderar y les exigió “pedir perdón” al pueblo de México, especialmente a quienes han perdido un ser querido a causa de la violencia. “Reconocer y pedir perdón por las faltas omitidas, por no haber encontrado las estrategias necesarias para la paz”.
“Esperemos escuchando en el Señor” dijo el obispo de Apatzingán dando testimonio de los lugares de la diócesis que ha visitado en donde las manifestaciones de fe son ocasión para reavivar la esperanza. “Quise ir a La Ruana, pero el párroco me dijo: ‘Espere un poco señor obispo, espere un poco más”.
Ascencio García garantizó sus oraciones “por los hermanos que perdieron la vida”, refiriéndose a los recientes homicidios. No obstante, el obispo ha mantenido su ritmo pastoral en la que confirió el sacramento de la confirmación a 240 jóvenes en Coalcoman la semana pasada.
Igualmente, lanzó un exhorto a quienes buscan contender por la presidencia para que piensen en el poder como servicio “y no el triunfo que se tiene”. Una larga introducción para dar paso a la reflexión del Evangelio. Casi al finalizar su homilía, el obispo recalcó: “Hoy estamos en la era de las grandes transformaciones y esas, para el beneficio del ser humano están bien, pero en el mundo actual se percibe que el hombre no tiene que sufrir, el mismo cristianismo está corriendo el riesgo de ser un cristianismo del bienestar vivido de una manera light… ciertamente la voluntad de Dios no es la muerte de tantos hermanos, la voluntad de Dios es que todos tengamos vida”.
El obispo de Apatzingán concluyó su homilía lanzando la pregunta a los fieles, ¿Cómo entiendo el seguimiento de Jesús? ¿Soy cristiano porque vengo a misa o vengo a misa porque mi vida, allá afuera, está siendo como la de Cristo? ¿Qué entiendo por cargar la cruz?… Hermanos ¡Llevemos la cruz de Cristo dando vida a los demás, no más muertes…! Llevemos la cruz de Cristo dando vida a los demás, sirviendo, amando y haciendo lo que hacía Jesús que da, dio y nos sigue dando vida a nosotros…”
Usted puede leer las reflexiones semanales del obispo de Apatzingán en la ACN a través de Oyente y Proclamador de la Palabra hoy.