A un mes de la elección que dio un avasallante triunfo al partido de Andrés Manuel López Obrador y su candidata, durante la homilía dominical de este XIII domingo del tiempo ordinario, Cristóbal Ascencio García, obispo de Apatzingán, lanzó una preocupante advertencia acerca del entorno político de México.
Al reflexionar sobre el evangelio de Marcos en el que se narra la resurrección de la hija de Jairo y la curación de la hemorroísa y exaltar el valor de la fe, el obispo de Apatzingán dirigió una felicitación a los católicos perseverantes en la fe, especialmente en los momentos políticos que México atraviesa.
“La muerte destruye todo, menos la fe… Yo quiero felicitar a tantos católicos que, ante la inminente llegada del comunismo a nuestro México querido… después de una elección que va quedando cada vez más claro que fue una elección de Estado con tantas irregularidades como nunca se habían visto… Si en nuestro país hubiera estado de derecho, esa elección, inmediatamente, debería haber sido anulada… hablo de la elección a presidente de la República”.
Ascencio García señaló que la elección presidencial debería ser invalidado ante el cúmulo de irregularidades como la compra de votos: “Votos vendidos, comprados, y sobre todo en los lugares donde hay más miseria”.
De acuerdo con el obispo, en Apatzingán el voto se vendió entre mil y 1500 cada sufragio. También dijo que en una reunión en Morelia, obispos del sureste del país habrían constatado que los votos se vendieron hasta en 5 mil pesos. “¿De dónde salió tanto dinero?”, pregunta el obispo.
Igualmente, inclina la balanza en favor de Sheinbaum el crimen organizado que habría obligado al voto “por un partido X”. Cristóbal Ascencio señaló que “tenemos presidenta virtual, pero no ha sido ratificada”, por lo que animó a los católicos a vivir en la esperanza felicitándolos por seguir en oración e invitando a “rezar el rosario ante la llegada del comunismo. Ya sabemos lo que es el comunismo, es una ideología atea que va mermando las libertades y, sobre todo, la libertad de conciencia y la libertad religiosa. Yo felicito a quienes están orando por México, por no perder el México en libertad y el México que sea capaz de mostrar su fe… un México que haga opción por la paz y la verdad, no para vivir en la eterna mentira”.
Reconoció igualmente que, ante la violencia desmedida en Apatzingán, la Iglesia no está llamada a ser tanatorio o funeraria donde sólo se reciba cuando se muere, “Jesús no vino a fundar una asociación funeraria para recibir a los muertos y orar por ellos… nuestra fe no debe ser un vestido que usamos cuando morimos… ser cristianos no es hacer pompa fúnebre…”
Quien tiene fe, no se da por vencido en las causas nobles como la paz y la seguridad señaló el obispo quien aseguró a sus fieles que la libertad en México es una causa noble, “digamos no a la dictadura y sí a la libertad porque la libertad es para que tengamos vida, luchemos desde nuestra fe, con toda el alma, para que el mundo que nos rodea deje de ser un flujo de injusticias, un flujo constante de sangre y desencanto…” señaló al concluir su homilía animado a todos a no tener miedo ante las actuales circunstancias.
La homilía completa puede ser vista aquí.
