Por: Jeffrey Kihien
Odebrecht es la corporación comercial política con más éxito en la historia de la humanidad. Sin ser un partido político ha participado en elecciones en todos los países de Hispanoamérica y, ha sido gobierno en los últimos veinte años. Su fortaleza política posiblemente alcance hasta los Estados Unidos, en donde ejecutó obras públicas en el estado de Florida. En los Estados Unidos, es donde se le denunció y llevó a corte por delitos de soborno cometidos fuera de USA. Donald Trump dió la orden para que se hiciera pública la investigación y alertara a los países afectados, si no fuese por esa acertada medida, Odebrecht hubiese mantenido su reputación de empresa honesta con su embajador Lula da Silva.
No hay país en Hispanoamérica que haya escapado a Odebrecht, tampoco existe país en donde se le haya castigado por establecer la red de corrupción política más grande en la historia de la humanidad. La impunidad con la que actúan al día de hoy, es prueba fehaciente que la mafia política continua activa y, que incluso, tiene tentáculos dentro de los sistemas de justicia. Las cabezas de Odebrecht, todos están libres, conservan sus fortunas y continúan contratando en los países en donde sobornaron, Odebrecht tiene mucho más poder que antes, pues ellos deciden quién va a la cárcel, y quién no. Político o cualquier hijo del vecino que no sigue sus órdenes es delatado, luego vilipendiado por la prensa Odebrechista y enviado a la cárcel por unos meses, como escarmiento para los demás.
Alejando Toledo Manrique, ex –presidente del Perú, quien lideró golpe de estado contra Alberto Fujimori con dinero de Soros, es también un autoproclamado indígena desde el concepto academicista de los Estados Unidos, en donde transcurrió la mayoría de su vida. La academia americana adoctrina con el indigenismo comunista, energizado por el neo marxismo y la nueva teoría social de las minorías. Son en realidad teorías políticas falsas, construidas por la narrativa y apoyadas por el racismo cientifista. Toledo es el primer ensayo del progresismo norteamericano para establecer un partido racista, indigenista en las américas, con el objetivo de atomizar el mestizaje cristiano y obstaculizar la unión de las repúblicas hispanas en una federación. Después de Toledo, vendría Evo Morales. En las américas todos somos mestizos, esta es la única verdad. Lo que sucede es que Toledo, el racista, junto con su esposa judía y antropóloga fueron delatados por Odebrecht, por recibir treinta millones de dólares a cambio del contrato para la construcción de la carretera interoceánica en Perú. Toledo, que se escapó a Estados Unidos en Febrero del 2017, durante el gobierno de otro empleado de Odebrecht, Pedro Pablo Kuczinski, ha sido finalmente extraditado a Perú después de seis años de batalla judicial. Su esposa, Eliane Karp, la que se dedicó a dividir al Perú con diatribas racistas; blancos contra indígenas, ricos contra pobres, ha escapado a Israel, donde su madre compró también una millonaria propiedad. La madre de Karp es pobre, vive de una pensión estatal del gobierno de Belgica, y las compras inmobiliarias que realizó en Perú fue el inicio de la caída de los Toledo-Karp, mas por torpeza, pues son aventureros, torpes e inmorales.
Las coimas de Odebrecht eran secreto a voces entre los políticos y funcionarios públicos, con el cambio de gobierno, las coimas se entregaban a los nuevos y la red de corrupcion crecía. Otro presidente peruano acusado de recibir sobornos es el miembro del Foro de Sao Paolo, Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia. Ollanta Humala ex militar, fue perdonado por Toledo cuando este fue presidente, después de alzarse en armas contra Fujimori. Odebrecht ha confesado haber entregado efectivo a los Humala para financiar su campaña política. Luego, durante su gobierno se le adjudicó con trampa la ejecución del gaseoducto del sur, obra paralizada, sin embargo Odebrecht tiene una demanda en contra del estado peruano por incumplimiento de ese contrato. Pedro Pablo Kuczynski, ex Ministro de Toledo, también, fue empleado de Odebrecht, y según Kuczynski, Odebrecht lo delató y obligó a renunciar, tomando la posta Martin Vizcarra Cornejo, todo un personaje del mal, quien fue socio de Odebrecht y se dedicó a crear una plataforma jurídica, dentro del Ministerio Publico para proteger los intereses de esta empresa, cuidar todos sus bienes, devolvérselos y asegurar la impunidad de sus directivos, cosa que ha sucedido. Vizcarra fue vacado por el congreso por inmoral, pero secuelas de su maldad continúan vigentes, incluyendo la plataforma de protección a la mafia Odebrecht.
Ningún contrato fue anulado, a pesar de que la ley peruana reconoce la Nulidad de Acto Jurídico, cuando este nace de un ilícito, en este caso un soborno. No se ha recuperado un centavo por la sobrevaloración de las obras contratadas con Odebrecht, no se le ha embargado nada y, los directivos de la empresa, criminales todos, han pasado a calidad de testigos, no acusados, y no irán a la cárcel por un acuerdo de colaboración secreto, firmado con el equipo del Ministerio Publico que Martin Vizcarra Cornejo ensambló.
Lo más curioso de toda esta tragedia política, es que los años pasan y ningún juicio contra los acusados ha empezado todavía, ni siquiera se les ha acusado, son los procesos de las investigaciones eternas, hasta que el tiempo cubra de polvo los escándalos y la memoria de los pobres ciudadanos peruanos, mientras tanto la mafia Odebrecht prepara sus candidatos para las próximas elecciones. La mafia Odebrecht es democrática y continua colocando y sacando presidentes, porque al fin y al cabo nosotros votamos por Odebrecht.
