* El nombramiento de Víctor Manuel Fernández como nuevo Prefecto para el Dicasterio de la Doctrina de la Fe ha sentado como un jarro de agua fría en amplios sectores eclesiales.
El Papa Francisco ha demostrado que tiene una hoja de ruta clara y la quiere llevar a término. El Santo Padre parece haber metido el pie en el acelerador para dejar bien atado el futuro de la Iglesia según el modelo que él desea.
Existe un común denominador con los últimos nombramientos que está realizando el Papa: está colocando en lugares importantes a clérigos «jóvenes» que tendrán importantes responsabilidades durante mucho tiempo, o lo que es lo mismo, dejar las manos atadas a quien sea su sucesor para que no tenga margen de maniobra para hacer grandes cambios.
Así lo estamos viendo con la designación de los arzobispos de importantes capitales como Buenos Aires, Madrid o Bruselas en donde ha nombrado arzobispos todos ellos menores de 60 años. El reciente nombramiento de Víctor Manuel Fernández como Prefecto de la Doctrina de la Fe sigue también este mismo esquema. Un arzobispo de 60 años ocupará uno de los cargos de mayor responsabilidad dentro del Vaticano. El Papa ha depositado de nuevo su confianza para un puesto importante en una persona de su círculo íntimo de amistad, en este caso, en ‘Tucho’ Fernández quien goza de fama de progresista en Argentina.
Preocupación en el Vaticano
En Roma este nombramiento ha generado desconcierto y preocupación. Si bien es cierto que se ha evitado el nombramiento del obispo Wilmer, el que será el sucesor de Ladaria tampoco ha entusiasmado a los prelados y purpurados conservadores.
Fuentes vaticanas señalan a este medio su preocupación al constatar que la Iglesia «está dirigida desde dentro de su Magisterio por personas que no se adhieren a la sana doctrina«. Estas voces denuncian que «se abandonan los criterios de la teología católica formulados por Ireneo de Lyon contra los gnósticos de su época».
Además, un alto funcionario del Vaticano denuncia que «la carta que reprocha el comportamiento inmoral de todos los predecesores en el cargo de prefecto (en la época de la Inquisición romana el mismo Papa era el prefecto) ensucia la memoria de los dignos empleados de la congregación».
Estas mismas voces sostienen que «las formulaciones deliberadamente poco claras en Amoris laetitia deben ser respondidas ante Dios ante quienes las publicaron de esta manera» y también reprochan que «es herética la afirmación del nuevo prefecto en el Corriere della Sera de que la sucesión de Pedro no está ligada al oficio de obispo de Roma y que cualquier obispo de cualquier parte puede ser nombrado Presidente de la Iglesia por los cardenales».
En Roma pocas cosas ocurren por casualidad. En cualquier caso, este nombramiento es el resultado de un plan anhelado durante mucho tiempo que fue realizado a propósito por ambas partes: de escritor fantasma a príncipe heredero. Todo apunta a que al comienzo del sínodo seguirá la entronización con el capelo cardenalicio rojo.
El libro ‘olvidado’ de ‘Tucho’ Fernández
La Santa Sede hizo público el nombramiento del arzobispo de La Plata el sábado 1 de julio. Además de la comunicación del nombramiento, el Vaticano acompañó el anuncio con una inusual carta del Papa Francisco al nuevo Prefecto para la Doctrina de la Fe en la que se fijaban los objetivos de su futura misión.
Además de la comunicación del nombramiento y la carta de Francisco, el boletín oficial de la Santa Sede desglosó el título de algunos libros y artículos científicos de Tucho quien cuenta con más de 300 publicaciones, muchas de las cuales han sido traducidas a varios idiomas. «Estos escritos muestran una importante base bíblica y un constante esfuerzo de diálogo de la teología con la cultura, la misión evangelizadora, la espiritualidad y las cuestiones sociales», se leía en el boletín.
Pero un detalle llamó la atención. El Vaticano ‘olvidó’ mencionar el famoso y polémico libro del prelado titulado: ‘Sáname con tu boca. El arte de besar’.
Tucho Fernández escribió en su presentación: «Permítanme aclarar que este libro está escrito no tanto desde mi experiencia personal como desde la vida de las personas que besan. Y en estas páginas quiero resumir el sentimiento popular, lo que siente la gente cuando piensa en un beso, lo que experimentan los mortales cuando besan. Para ello he hablado largo y tendido con mucha gente que tiene gran experiencia en la materia, y también con muchos jóvenes que están aprendiendo a besar a su manera. También consulté muchos libros y quería mostrar cómo los poetas hablan de besar. Así, tratando de resumir la inmensa riqueza de la vida, he creado estas páginas a favor del beso. Espero que te ayuden a besar mejor, que te motiven a liberar lo mejor de tu ser en un beso».
Por Javier Arias.
Martes 4 de julio de 2023.
InfoVaticana.