“No puede seguir habiendo víctimas, agresores y encubrimiento”: obispo portugués ante abusos homosexuales y pederastas

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* El obispo auxiliar de Braga, Nuno Almeida, dijo hoy que “pedir perdón es necesario, pero no es suficiente”.

“Que estos días duros que estamos viviendo, de camino purgativo, de camino penitencial, nos lleven por nuevos caminos hacia comunidades cristianas sanas y seguras, conscientes de que ya no puede haber víctimas, agresores y encubridores”, reza un mensaje. publicado en el sitio web de la Diócesis de Braga, titulado “Pedir perdón es necesario, pero no suficiente…”.

Nuno Almeida recuerda que, para este mes de marzo, en el ámbito de la ‘Red Mundial de Oración’, el Papa Francisco afirmó: ‘Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta con pedir perdón ‘.

“Disculparse es necesario, pero no es suficiente. Pedir perdón es bueno para las víctimas, porque son ellas las que deberían estar ‘en el centro’ de todo. Tu dolor, tu daño psicológico puede comenzar a sanar si encuentras respuestas; acciones concretas para reparar los horrores que sufrieron y evitar que vuelvan a suceder…”, se lee en el mensaje.

Para Nuno Almeida, “es necesario reforzar una nueva conciencia del poder que tiene cada uno para saber escuchar y leer las señales de alerta. No es posible mantener la impunidad o el silencio”.

“Todavía no contamos con programas de seguimiento psiquiátrico y psicoterapéutico, de seguimiento espiritual y de reconciliación para víctimas o abusadores. Es necesario estudiar las buenas prácticas de otros países y también avanzar en Portugal con caminos de sanación y reconciliación”, defiende.

“Una persona puede abrirse a la gracia del perdón y dejarse transformar. Nadie está irremediablemente perdido. Siempre existe esa posibilidad, pero tiene que pasar por la capacidad de admitir la culpa y el difícil equilibrio entre la justicia, la verdad y la misericordia”, escribió el obispo auxiliar de Braga.

Nuno Almeida recordó la carta, del 2 de febrero de 2015, dirigida por el Papa a los presidentes de las Conferencias Episcopales, en la que advertía que ‘es necesario seguir haciendo todo lo posible para arrancar de la Iglesia el flagelo de los abusos sexuales contra menores y abrir un camino de reconciliación y sanación para aquellos que han sido abusados’.

El obispo auxiliar de Braga entiende que, además de la disponibilidad de las Comisiones Diocesanas para acoger y acompañar a las víctimas, “es urgente poner a disposición personas y programas para el seguimiento psiquiátrico y psicoterapéutico, así como espiritual y de reconciliación”. para las víctimas que así lo deseen. Es necesario crear un ‘pool de técnicos’ y compañeros espirituales”.

Nuno Almeida menciona que “puede ser conveniente que una denuncia sea presentada y recibida en otra diócesis”, defendiendo la mejora de “los mecanismos que ya existen, y tratando de cooperar entre las Comisiones Diocesanas y las CPCJ [Comisiones de Protección a la Infancia y Jóvenes] de cada cantón”.

“Abrir un canal de comunicación con el Ministerio Público o la Policía Judicial” o encontrar, a nivel nacional, “vías de colaboración con APAV [Asociación Portuguesa de Atención a las Víctimas]” son otras de las medidas mencionadas.

En la parte del mensaje: ‘Abran caminos de reconciliación y sanación para los agresores’, se lee, entre otras cosas, que la Iglesia “no debe abandonar al presunto agresor”.

“Porque ‘la redención siempre es posible’, aunque sólo con la ‘admisión de culpabilidad’ por parte del presunto delincuente”, dice Nuno Almeida.

La Comisión Independiente para el Estudio del Abuso Sexual en la Iglesia Católica validó 512 testimonios, apuntando, por extrapolación, a al menos 4.815 víctimas. Veinticinco casos fueron enviados al Ministerio Público, que abrió 15 investigaciones, de las cuales nueve fueron cerradas.

Los testimonios se refieren a casos ocurridos entre 1950 y 2022, lapso de tiempo que abarca el trabajo de la comisión.

En el informe, difundido en febrero, la comisión advertía que los datos recogidos en archivos eclesiásticos sobre la incidencia de abusos sexuales “deben entenderse como la ‘punta del iceberg’” de este fenómeno.

La comisión entregó a la Conferencia Episcopal Portuguesa una lista de presuntos abusadores, algunos en activo, que remitieron a las diócesis la decisión de destituir a los sacerdotes sospechosos de abuso y rechazaron la concesión de indemnizaciones a las víctimas.

LISBOA, PORTUGAL.

24SAPO.

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