Después de la desaparición de cinco jóvenes en el municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, localidad perteneciente a la diócesis de San Juan de los Lagos, ahora vacante y administrada por el arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, la indignación general ha llevado a manifestaciones por la paz y, en general, del reclamo público para saber dónde están Roberto Olmeda, Diego Lara, Uriel Galván, Jaime Martínez y Dante Cedillo.
Como había anticipado en un comunicado para la promoción de la jornada de oración por la paz el domingo 20 de agosto, el administrador de la diócesis de San Juan de los Lagos ofreció, este lunes 21 de agosto, el mensaje “Solidaridad con las víctimas de la violencia y llamado a la conversión” en el que hace un llamado urgente a diversos sectores de la población a evitar la normalización de la violencia y en el que manifiesta su solidaridad hacia los familiares de las víctimas de los desaparecidos.
Cavazos externó su solidaridad hacia las familias de los jóvenes de Lagos de Moreno privados de su libertad y para todas las personas que padecen la la violencia e inseguridad “que reina en nuestras tierras”.
“Somos testigos, además, de tantos signos de violencia, que ponen en peligro la vida de muchas personas inocentes, de las familias y comunidades; situación que estigmatiza el rostro de estas poblaciones de gente buena, trabajadora, temerosa de Dios”, escribe el arzobispo en su mensaje reiterando la cercanía de la Iglesia hacia quienes sufren. En este sentido, dio a conocer su intención re reunirse con los familiares de los jóvenes desaparecidos: “Reitero mi compromiso de encontrarme con los familiares de los jóvenes de Lagos desaparecidos; con el decano y los sacerdotes de la ciudad he ido dando seguimiento a este aspecto…”
El también arzobispo de San Luis Potosí señaló que la Iglesia es “Madre amorosa que tiene el deber de cuidar y acompañar a sus hijos y ayudar en la formación de las conciencias, custodia y promueve el valor de la dignidad humana”.
“No nos acostumbremos a ver la violencia como un espectáculo ordinario”, advierte el prelado con la consecuente llamado a realizar acciones que propicien la paz y la conversión, especialmente de quienes hacen el mal: “Quiero decirles que aún es tiempo de conversión, de volver su corazón a Dios, de vivir como hermanos. Además de los lamentos humanos y las lágrimas de quienes han perdido a sus seres queridos, la sangre de las víctimas clama al cielo…”
Cavazos llamó a las autoridades a recobrar la conciencia de sus responsabilidades recordándoles que sus tareas requieren de “acciones heroicas en favor del bien común”, además de animarlos a recuperar la sensibilidad ante el sufrimiento de las víctimas.
Finalmente, llamó a realizar la jornada por la paz en la diócesis de San Juan de los Lagos para pedir por la conversión de quienes hacen y provocan el mal, hacer oraciones por las autoridades, de forma particular por las familias, niños, adolescentes y jóvenes, desprotegidos y vulnerables. “Seamos también todos constructores de paz”, concluye.