«Ningún Papa es sucesor de su predecesor, sino de Pedro», recuerda el secretario personal de Benedicto XVl.

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Georg Gänswein, secretario personal de Joseph Ratzinger desde el año 2003 y prefecto de la Casa Pontificia desde 2012, ofrece, en ‘Cómo la Iglesia católica puede restaurar nuestra cultura’ (Rialp), un análisis de la crisis de Occidente y cómo la solución pasa por una Iglesia “que vuelve a sí misma”.

Alfa y Omega ofrece una pequeña entrevista en la que el arzobispo alemán argumenta que es inapropiado “tratar de comparar los distintos Papas para crear una especie ranking basado en los méritos de cada uno”. Debemos convencernos de que los criterios de este ranking “no dependen del aplauso o de un denominador común, sino de cómo dan testimonio de Jesucristo”.

Según el secretario de Benedicto XVI, cada Pontífice “lo hace con sus peculiaridades, con todas las diferencias de carácter, de formación intelectual, de maduración espiritual, de patrimonio vivencial”, pero esta diversidad “es precisamente la manifestación de que ningún Papa es sucesor de su predecesor, sino sucesor del apóstol Pedro”.

Gänswein señala que los encuentros entre el Papa Francisco y Benedicto XVI “son siempre encuentros extremadamente confidenciales” y él nunca se ha permitido “la libertad de preguntar a ninguno de los dos acerca del contenido” de esas reuniones.

El prefecto de la Casa Pontificia asegura que es “meridianamente claro” que la situación de la Iglesia católica en Alemania “se caracteriza actualmente por tensiones y confusiones que son fuente de preocupación”. “Benedicto XVI es consciente de esta situación en su patria. Percibe y reconoce la falta de unidad en no pocos aspectos fundamentales de la fe. Desafortunadamente, falta un enfoque unitario en el episcopado alemán que requiere lo antes posible una aclaración que aleje consecuencias graves tanto para la fe como la Iglesia en Alemania”, explica Gänswein.

Sobre el Papa emérito, el arzobispo afirma que no es un secreto que la figura y la obra de Benedicto XVI “han encontrado resistencia, oposición y rechazo en determinados ambientes”. Según el secretario de Ratzinger, no es tanto por su modo de comunicarse, “sino más bien por los contenidos concretos de su enseñanza”.

“Esta es una experiencia desagradable que experimentan todos aquellos que siguen una línea clara y límpida en el anuncio y la defensa de la fe católica”, señala. Gänswein indica que algo distintas “son las imágenes, los estereotipos y los clichés” sobre Ratzinger desde que era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. “Dichas distorsiones, después de una tregua en los primeros años de su pontificado, volvieron después con una intención engañosa y deslegitimadora. Pero de todos es conocido que Benedicto XVI nunca se dejó condicionar por esta falsa campaña de publicidad. El consenso generalizado e indeterminado nunca ha sido la norma que ha orientado su trabajo”.

En 4 días el Papa alemán cumplirá 94 años, el noveno cumpleaños desde que renunciara en 2013 al pontificado. El escritor italiano Antonio Socci publicó un libro sobre dicha renuncia, ‘El secreto de Benedicto XVI’, en la que presenta su visión sobre este acontecimiento histórico.

 

Infovaticana.

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