El padre Fernando de Lima Silva, de 38 años, murió el 13 de marzo mientras salvaba a dos personas de morir ahogadas en un lago de Bezerros, diócesis de Caruaru (Brasil).
Una madre y su hijo, de 4 años, tuvieron un accidente en una embarcación y lucharon por mantenerse a flote. Según los informes, el sacerdote ayudó a poner a ambos a salvo en la orilla, pero perdió fuerzas y se ahogó.
La policía sigue investigando las circunstancias. La madre y el niño no han sido identificados.
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