El padre Edouard Ntuliye, un sacerdote católico que cumplía cadena perpetua por su papel en el genocidio de 1994 contra los tutsi, falleció esta semana, según supo The New Times.
Ntuliye fue declarado culpable en 1996 por el tribunal de primera instancia de Kibuye en el antiguo Kibuye (actual distrito de Karongi) y condenado a cadena perpetua, tras ser declarado culpable, entre otras cosas, de complicidad en la muerte de más de 60 tutsis en el seminario de Nyundo durante el genocidio.
Sin embargo, apeló la sentencia, pero su apelación fue rechazada y los jueces confirmaron el veredicto inicial.
Antes de su fallecimiento, Ntuliye cumplía su condena en la prisión de Rubavu .
Los informes indican que su muerte fue anunciada el lunes por el obispo de Nyundo, Anaclet Mwumvaneza, indicando que Ntuliye había fallecido del Hospital Kabgayi, donde había sido llevado para recibir tratamiento después de sufrir una enfermedad.
Durante el Genocidio, Ntuliye dirigió el Seminario Nyundo. Durante su juicio, fue acusado de haber matado directamente a tutsis y también de haber facilitado a las milicias interahamwe para matar a varios otros.
Inicialmente, Ntuliye también había sido declarado culpable por los tribunales de Gacaca, que lo clasificaron en la categoría uno, de planificador del genocidio, y transfirieron su caso a los tribunales convencionales que lo condenaron a cadena perpetua.
Es particularmente responsable de haber matado a su compañero sacerdote, el padre Adrien Nzanana.
Ella también se mantuvo al margen y observó cómo su compañero sacerdote Genocidaire, Athanase Seromba, usaba una oruga para demoler una iglesia llena de tutsis que habían buscado refugio. 2000 de ellos fueron asesinados en la iglesia. En el momento de la carnicería, Ntuliye y otros sacerdotes bebían en el salón parroquial sin preocuparse por los últimos llantos del pobre tutsi.
Ntuliye, además de la complicidad de Nyange, tuvo un papel fundamental en las masacres de la Catedral de Nyundo donde perecieron ese mismo día al menos 20 sacerdotes tutsis, y muchos otros tutsis de los alrededores, campesinos, religiosos y maestros.
Por Hudson Kuteesa.
Jueves 29 de diciembre de 2022.
Karongi, Ruanda,