A TODA LA IGLESIA QUE PEREGRINA EN MONTERREY, ¡LA PAZ ESTÉ CON USTEDES!
Queridos hermanos:
Reciban un paternal saludo, así como mi oración por todos ustedes, en especial por los sacerdotes y diáconos de nuestro presbiterio que, en estos días, en torno a la Solemnidad de la Asunción de María, festejan el aniversario de su ordenación. Recuerden orar por el eterno descanso y las intenciones del Emmo. Sr. Cardenal Adolfo Suárez Rivera, uno de mis antecesores de feliz memoria, quien inició la tradición de ordenar a los sacerdotes y diáconos en torno a esta solemnidad.
Como ustedes saben, el día de hoy el Gobierno de nuestro Estado ha anunciado la reactivación de algunas actividades en nuestro Estado, entre ellas la apertura de los templos y lugares de culto también los fines de semana. Considerando el cuidado de la salud de todos, reabriremos los fines de semana nuestras iglesias teniendo presentes las siguientes consideraciones:
PRIMERO. A partir de este sábado, 15 de agosto, se reanuda el culto público los fines de semana, sábado y domingo, según las indicaciones de horario que den los sacerdotes al frente de cada Iglesia;
SEGUNDO. El aforo permitido seguirá siendo de 10%. Junto con los Obispos Auxiliares y los Vicarios Episcopales veremos la conveniencia de aumentar el porcentaje dependiendo del semáforo sanitario;
TERCERO. Es posible celebrar misas de bodas y quince años, así como aniversarios de boda, los fines de semana, manteniendo las restricciones y medidas sanitarias al tiempo que invitamos a las personas a no realizar aglomeraciones ni en la celebración ni en festejos posteriores y recalcándoles que en cualquier momento el Gobierno puede cambiar las disposiciones;
CUARTO. También pueden celebrarse bautismos individuales los fines de semana, pero seguirán vigentes las restricciones que hasta ahora tenemos (no más de 10 participantes: quien recibe el bautismo, sus papás, sus padrinos, sus abuelos y el celebrante);
QUINTO. En cuanto a las primeras comuniones y confirmaciones, esta semana me reuniré virtualmente con mis Vicarios Generales y escucharé a los Vicarios Episcopales para tomar la mejor decisión que después les haremos saber.
Es importante que no cesemos en nuestra oración por los enfermos, sus familias y el personal del sector salud, publico y privado: deben de saber que estamos junto a ellos en todo momento. Apoyemos esta lucha contra el virus con nuestra prudencia y compromiso con el bien de los más desprotegidos.
Encomiendo el bien de todos los que conformamos esta Iglesia al cuidado y protección de Nuestra Señora del Roble.
¡Venerable Padre Raymundo Jardón, ruega por nosotros!
¡Venerable sor Gloria Elizondo, ruega por nosotros!
¡Virgen Santísima del Roble, cúbrenos con tu manto!