El arzobispo Guy de Kerimel de Toulouse, Francia, consagró su ciudad y arquidiócesis al Sagrado Corazón de Jesús, en respuesta a la ópera satánica organizada en las calles de Toulouse.
Del 25 al 27 de octubre tuvo lugar en la capital de Occitania la ópera municipal «Le Gardien du Temple – La Porte des Ténèbres», es decir, «El guardián del templo – La puerta de las tinieblas». El evento fue organizado por las autoridades municipales de Toulouse.
Anteriormente, en 2018 tuvo lugar la ópera La Gardien du Temple. Luego, grandes máquinas en forma de Minotauro y Ariadna en forma de gran araña fueron llevadas a las calles de Toulouse. Este año, se les unió la figura de la diosa demoníaca conocida en los cultos y páginas de la Biblia de Oriente Medio, Lilith, presentada en Toulouse como la Guardiana de las Tinieblas, que abrió las puertas del infierno.
Todo se mantuvo en un estilo que recuerda al satanismo. Destacaba especialmente la figura de Lilith, semidesnuda, decorada con calaveras, con cuernos de carnero en la cabeza y caminando sobre patas gigantes casi de escorpión.
Las máquinas estaban construidas de forma intrincada y el espectáculo atrajo a miles de espectadores.
En opinión de los católicos, sin embargo, no se trató de una inocente ópera de carácter mitológico, sino de una manifestación de impiedad y satanismo. Por eso el arzobispo de Toulouse, Guy de Kerimel, decidió consagrar Toulouse y su archidiócesis al Sagrado Corazón de Jesús el 16 de octubre.
Al anunciar la consagración, el jerarca dijo que ya le habían llamado la atención los carteles que anunciaban el espectáculo. Mostraban… iglesias en llamas. Como subrayó, esto es especialmente preocupante en una situación en la que en Francia se han producido tantos incendios de iglesias. El arzobispo también preguntó por qué las autoridades de la ciudad decidieron introducir al demonio Lilith en la ópera.
Durante muchos meses previos a la representación, Toulouse estuvo cubierta de carteles que anunciaban la ópera. Casi todos los días, los residentes miraban en las calles el rostro demoníaco de Lilith y las iglesias en llamas. Durante la actuación, un demonio, representado sobre patas de escorpión gigantes, jugó a abrir las puertas del infierno.
Durante tres días, la multitud siguió a las monstruosas figuras en medio de nubes de vapor y fuego omnipresente. Por momentos parecía una antiprocesión gigantesca y diabólica.
La figura mecánica de Lilith fue creada originalmente para el elocuentemente llamado festival de música metal Hellfest, que tuvo lugar a principios de este año en otra parte de Francia.
PARIS, FRANCIA.
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