Se llevó a cabo la misa exequial del Padre Reynaldo Lázaro Arriaga, en la parroquia Anunciación a María en Monterrey.
La santa misa fue presidida por Mons. Juan Carlos Arcq Guzmán, obispo auxiliar, y concelebrada por algunos miembros del presbiterio de Monterrey.
“No es fácil de entender para nosotros, pero lo que sí podemos tener como una certeza, en primero lugar es que su vida estaba en manos de Dios” compartió Mons. Juan Carlos en su homilía:
“Mucha gente estuvo orando muchísimo por este momento de su enfermedad y sin embargo, no fue su momento”
“Si el grano de trigo no cae en tierra y no muere queda infecundo, pero si muere da mucho fruto. Su vida, su sacerdocio no termina hoy, él es sacerdote eterno. Es una vocación, un llamado que Dios le hizo para toda la eternidad”
“Hoy lo despedimos hacia la casa Paterna, hacia el encuentro que cambió su vida en su juventud, incluso desde su niñez y que le dio un sentido a esa vida, por lo que decidió renunciar a todo lo que tenía, a su carrera, a una posible familia y apostó su vida por el seguimiento de Cristo”
Así mismo, el Padre Javier de la Fuente Escareño, quien acompañó al Padre Rey en su sacerdocio, brindó unas palabras y anécdotas para recordarlo:
“Dios nos dio la oportunidad de tener una bonita relación, una bonita amistad entre el y los demás seminaristas de ese tiempo; Lalo, Gerardo, Fidel, etc. que ciertamente caracterizaba mucho la alegría de Reynaldo, la sencillez, la humildad, la docilidad, la obediencia”
“Tuvimos momentos de llorar juntos, de rezar juntos y de divertirnos, pero en los momentos en los que yo compartía mi cansancio siempre tenía esa frase «Pero querías ser sacerdote verdad» ahí me recordaba la vocación que uno tiene”
“El sacerdocio de él no termina aquí, es eterno, y si eso hizo aquí pues que no hará allá en la presencia del Padre”
También, el Padre Gabirel Everardo Zul, entrañable amigo y hermano sacerdote del Padre Reynaldo, compartió un mensaje a la comunidad:
“Quien ha tenido la oportunidad de conocerlo, esto lo fue viviendo en si vida, dialogando, conviviendo, buscando siempre la justicia, guardando algunas cosas que tenía que guardar, pero siempre con ese deseo de responderle al Señor en lo que se le pedía; En esa obediencia que un día le manifestó al obispo, y así fue siguiendo su ministerio sacerdotal”
“Esta es una cita bíblica que identifica a nuestro amigo el Padre Rey «un verdadero israelita en quien no hay dobles»”
“Ya sabíamos que el de los cantos, o el de los juegos, o el del deporte o quien tenía que ser derrape te estricto y gruñón … pero siempre su disposición de servir a la comunidad parroquial de la Anunciación a María, quien nos brindó siempre su amor, su alegría, su disposición para dejarnos formar y esa es la alegría de la amistad”
“Mucha gente ha estado orando también por ustedes familia del Padre Rey, siguen en la esperanza de la vida eterna; un día volveremos a ver a nuestro buen gordito y nos dará un gran abrazo. Nosotros seguiremos avanzando, consolándonos unos a otros”.
El Padre Rey, alías “Panino” partió a la casa del Padre la mañana del 24 de agosto, a los 38 años de edad. Su familia y amigos le recuerdan con mucho cariño, por su gran amor a Dios, a la misión evangelizadora, amor al prójimo, especialmente a los presos; reconocido por ser un excelente portero e impulsor del deporte y por tener gran entusiasmo y alegría, siempre transmitida en su sonrisa.
No unimos en oración por la familia del Padre Reynaldo y pedimos a Dios que lo reciba plenamente en su brazos.
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